Por Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable
29 de diciembre de 2023En los últimos doce meses hemos sido testigos de avances tecnológicos y científicos que están transformado el panorama médico y que en los próximos años se van a plasmar en la forma en la que abordamos las enfermedades.
Repasamos los diez avances que, a nuestro juicio, han sido más significativos en este año que estamos a punto de finalizar.
Tanto las autoridades del Reino Unido como las de Estados Unidos han autorizado la primera terapia génica del mundo basada en CRISPR, la cual ha sido empleada exitosamente en el tratamiento de pacientes con anemia falciforme y beta-talasemia, dos trastornos genéticos que afectan los glóbulos rojos.
Un paciente aquejado de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y otro de un accidente cerebrovascular (ACV) experimentaron una notable recuperación del habla mediante el empleo de implantes cerebrales avanzados, diseñados para interpretar las señales relacionadas con el lenguaje a nivel cerebral, específicamente en el área de Broca (la que proporciona los circuitos nerviosos para la formación de palabras) y la corteza premotora ventral.
En otro avance médico, un paciente con enfermedad de Parkinson en una etapa avanzada, con limitación severa de su movilidad, logró recuperar la capacidad de caminar gracias a un doble implante cerebral. Esta intervención combinó la implantación de un generador de dopamina con un estimulador cerebral, ambos ubicados estratégicamente en los ganglios basales.
Además, gracias a los avances en inteligencia artificial, se ha logrado anticipar el cáncer de páncreas hasta tres años antes de su diagnóstico mediante la identificación de patrones específicos. Este progreso es crucial en el abordaje de este tipo de tumor, que representa la tercera causa de muerte por cáncer, pues suele detectarse en etapas avanzadas de la enfermedad. Estos logros científicos representan hitos significativos en la lucha contra diversas enfermedades, ofreciendo esperanza y oportunidades para mejorar la salud y la calidad de vida de muchas personas en todo el mundo.
En el campo de la endocrinología, se han desarrollado fármacos efectivos para tratar la obesidad, una enfermedad que ya afecta al 23% de los adultos europeos y se proyecta alcanzar el 30% y 37% para el 2030 y 2035, respectivamente. De hecho, la prestigiosa revista Science ha elegido al desarrollo de los medicamentos agonistas del receptor de GLP-1 o inhibidores de la SGLT2 como el avance científico más importante de 2023. Ozempic, Saxenda o Wegoby, del laboratorio Novonordisk, o Mounjaro, de Lilly son algunos de los fármacos que se encuentran entre esta categoría y se han hecho muy populares en los últimos meses, llegando incluso al desabastecimiento, a causa de su alta demanda.
Hace apenas cien años la esperanza de vida en Europa era, aproximadamente, la mitad que la actual, con una media de 40,6 años. En el año 1981 apareció una epidemia que puso en jaque a la comunidad científica: el SIDA. Durante muchos años la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana era sinónimo de muerte. Afortunadamente, el escenario ha cambiado radicalmente, se ha convertido en una enfermedad crónica y en este año se alcanzó la cifra de seis pacientes curados de esta infección gracias a los trasplantes de células madre.
Uno de cada cuatro donantes fallecidos de órganos de la Unión Europa procede de España, aun así, no hay suficientes donantes de corazón, un dato alarmante ya que la primera causa de muerte en los países occidentales son las enfermedades cardiovasculares. En el año 2023 se presentó el segundo caso de xenotrasplante cardiaco: un paciente de 58 años diagnosticado de una enfermedad cardiaca terminal recibió con éxito el corazón de un cerdo modificado genéticamente. A pesar de que el paciente falleció a las ocho semanas, después de la intervención, el xenotrasplante abre una ventana de optimismo.
En el campo de la neurociencia y de las enfermedades neurodegenerativas, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó el primer fármaco destinado a la enfermedad de Alzheimer, enfocado en atacar una de sus causas subyacentes. Aunque no revierte ni mejora los síntomas en etapas avanzadas, estudios científicos han revelado su capacidad para ralentizar el deterioro cognitivo hasta en un 30% de los pacientes si se administra en las fases tempranas de la enfermedad.
En Portugal, tras la aprobación de una ley que permite la inseminación post mortem, nació el primer bebé con carga genética de su progenitor fallecido. Este procedimiento se hizo posible gracias a la previa criopreservación del esperma del padre, marcando un hito significativo en las opciones de reproducción asistida y el tratamiento de la infertilidad, al ofrecer una oportunidad única para preservar la herencia genética de individuos que han fallecido.
La Organización Mundial de la Salud ha aprobado la primera vacuna contra el dengue, dirigida a niños de 6 a 16 años, y la segunda vacuna contra la malaria (R21), enfocada en proteger a niños con alto riesgo.
Para finalizar, sólo recordar que este año el Premio Nobel de Medicina recayó a los investigadores que hicieron posible la vacuna frente a la COVID-19: con Katalin Karió (Premio Príncipe de Asturias hace dos años) y Drew Wissman.