Por Andrea Rivero
24 de agosto de 2023El alzhéimer es una de las enfermedades neurodegenerativas más complejas y que mayor deterioro causan en las personas afectadas. Su gravedad, presentación y edad de aparición pueden variar ampliamente, pero todavía se desconocen las causas que lo generan. Desde hace unos años el gen SORL1 ha sido el centro de la investigación del alzhéimer, ya que variaciones en este gen se han relacionado con la aparición temprana o tardía de la enfermedad. Sin embargo, se sabe poco sobre cómo SORL1 conduce a la enfermedad. Ahora, investigadores del Hospital Brigham and Women's de Boston, afiliado a la Universidad de Harvard, han utilizado células madre de pacientes con alzhéimer y han descubierto que la pérdida de la función normal de SORL1 lleva a la reducción de dos proteínas clave que se sabe están involucradas en esta enfermedad y que desempeñan un papel esencial en las neuronas de individuos sanos.
El estudio, publicado en la revista Cell Reports, sugiere una nueva estrategia para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, especialmente para pacientes que no responden a las terapias existentes. Los investigadores utilizaron un enfoque basado en células madre que examinó la variabilidad genética natural en pacientes con alzhéimer para obtener información sobre una vía alternativa que puede generar la enfermedad. Mediante tecnologías CRISPR eliminaron el gen SORL1 de las células madre derivadas de los participantes.
Posteriormente, programaron las células madre para que se diferenciaran en cuatro tipos diferentes de células cerebrales para examinar el impacto de eliminar SORL1 en cada tipo de célula. El impacto más significativo se observó en las neuronas y en una célula de “soporte” del cerebro llamada astrocito. Las neuronas que carecen de SORL1 mostraron una reducción especialmente prominente en los niveles de dos proteínas clave de la enfermedad de Alzheimer: APOE y CLU. Sin estas dos proteínas las neuronas no pueden regular adecuadamente los lípidos, que se acumulan en gotas que pueden afectar la capacidad de las neuronas para comunicarse entre sí.
"Nuestro estudio es uno de los primeros con células humanas de una gran colección de individuos para tratar de comprender el 'camino molecular' que comienza con SORL1, que ahora vemos que converge con APOE", explica la autora del estudio Tracy Young-Pearse, del Centro Ann Romney de Enfermedades Neurológicas. “Nuestra investigación señala la importancia de desarrollar intervenciones que se dirijan a éstas y otras vías moleculares que conducen a la enfermedad de Alzheimer. Cuanto más podamos comprender las diferencias específicas de subtipo en esta enfermedad, mejor podremos diseñar intervenciones terapéuticas racionales para intentar solucionar el problema que provoca principalmente la enfermedad en cada paciente”.