Por Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable
30 de diciembre de 2024Los avances científicos en el campo de la medicina durante el año 2024 han marcado un punto de inflexión en el tratamiento y diagnóstico de numerosas enfermedades. La convergencia entre la inteligencia artificial, la edición genética y las terapias personalizadas están revolucionando la forma en la que entendemos y abordamos la salud humana. Desde la expansión de las aplicaciones del ARN mensajero (ARNm) hasta los últimos desarrollos en medicina regenerativa, este año ha sido testigo de progresos que prometen transformar radicalmente el futuro de la atención médica.
Un innovador procedimiento quirúrgico ha abierto nuevas esperanzas para los bebés nacidos con malformaciones cardíacas. Por primera vez en la historia, un equipo médico ha logrado realizar un trasplante parcial de corazón implantando válvulas cardíacas vivas que crecen junto con el paciente.
Esta revolucionaria intervención marca un antes y un después en el tratamiento de las cardiopatías congénitas. Hasta ahora, la única opción disponible era la implantación de válvulas artificiales, una solución que, aunque salvadora, presentaba limitaciones significativas: las válvulas mecánicas requieren tratamiento anticoagulante de por vida, mientras que las biológicas se adaptan al crecimiento del paciente.
La clave del éxito de esta nueva técnica radica en su originalidad: las válvulas cardíacas se obtuvieron de un bebé donante cuyo corazón, aunque con válvulas sanas, necesitaba ser trasplantado por completo. Al ser tejido vivo, estas válvulas mantienen la extraordinaria capacidad de crecer y regenerarse, comportándose como parte natural del organismo del receptor.
Un avance revolucionario ha sido la exitosa realización de varios trasplantes de órganos de cerdos a humanos, abriendo una prometedora vía para los kilómetros de pacientes que esperan un órgano compatible. Esta técnica -conocida como xenotrasplante- podría ser la respuesta al creciente déficit de órganos para trasplantes, especialmente crítico en el caso de los riñones.
Los hitos más significativos se han producido en Estados Unidos. En Boston, un equipo médico logró trasplantar a un paciente de 62 años un riñón procedente de un cerdo modificado genéticamente. El animal donante había sido sometido a una ingeniería genética compleja para eliminar genes potencialmente dañinos y añadir genes humanos, mejorando así la compatibilidad y eliminando riesgos de infección por virus porcinos. Por su parte, en Nueva York otro equipo dio un paso más allá al realizar un innovador doble trasplante de riñón y timo porcinos, también modificados genéticamente para minimizar el rechazo.
Este avance representa una esperanza real para los miles de pacientes en lista de espera, especialmente para aquellos que necesitan un riñón, el órgano más demandado en trasplantes, y cuya necesidad aumenta año tras año debido al incremento de casos de insuficiencia renal terminal.
Este año se produjo el desarrollo de un análisis de sangre revolucionario que detecta el Alzheimer con un 90% de precisión, obra de científicos suecos. Esta nueva prueba, denominada PrecivityAD2, representa un salto cualitativo frente a los métodos actuales, que requieren procedimientos más invasivos o costosos como la extracción de líquido cefalorraquídeo o tomografías cerebrales.
La innovación radica en su capacidad para medir múltiples biomarcadores clave de la enfermedad en una simple muestra de sangre, lo que permitiría realizar diagnósticos tempranos desde las consultas de atención primaria.
Otro hallazgo significativo de este año ha arrojado luz sobre un misterio médico de larga data: por qué las mujeres son más propensas a desarrollar enfermedades autoinmunes. La investigación ha revelado que la clave podría estar en un mecanismo defectuoso relacionado con la inactivación del segundo cromosoma X femenino. Este descubrimiento es especialmente relevante considerando que las mujeres representan más del 78% de todos los casos de enfermedades autoinmunes.
En el campo del tratamiento de la esquizofrenia, 2024 ha sido testigo de un avance histórico con la aprobación de Cobenfy por la FDA, el primer medicamento verdaderamente innovador en más de 70 años. A diferencia de los antipsicóticos tradicionales centrados en la dopamina, este nuevo fármaco actúa sobre la acetilcolina, ofreciendo una nueva vía terapéutica que ha demostrado reducir los síntomas con mínimos efectos secundarios. El medicamento combina de manera ingeniosa dos componentes: xanomelina, que estimula los receptores de acetilcolina cerebrales, y cloruro de trospio, que bloquea los efectos no deseados en otras partes del cuerpo.
La medicina personalizada ha alcanzado un nuevo hito en 2024 con la expansión de la terapia CAR-T hacia el tratamiento de enfermedades autoinmunes, tras su éxito probado en la lucha contra el cáncer hematológico. Esta innovadora técnica, que revolucionó el tratamiento del cáncer en sangre hace casi quince años, está escribiendo ahora un nuevo capítulo en la historia de la medicina.
La terapia CAR-T representa un enfoque revolucionario que aprovecha el poder del propio sistema inmunológico del paciente. El procedimiento comienza con la extracción de células T, consideradas las “guardianas” del sistema inmunológico, de los glóbulos blancos del paciente. Estas células son sometidas a una sofisticada modificación genética en el laboratorio, donde se les “programa” para identificar y eliminar células específicas causantes de la enfermedad.
En el caso del cáncer en sangre, las células CAR-T modificadas se diseñan para atacar las células B malignas. Una vez reintroducidas en el organismo del paciente actúan como “misiles inteligentes”, buscando y destruyendo selectivamente las células cancerosas.
Lo verdaderamente revolucionario de 2024 ha sido la adaptación exitosa de esta tecnología para el tratamiento de enfermedades autoinmunes. Los resultados preliminares han mostrado mejoras sorprendentes en pacientes con casos graves que no respondían a las terapias convencionales. Este avance abre una nueva frontera en el tratamiento de enfermedades como la artritis reumatoide, el lupus o la esclerosis múltiple.
La tecnología de ARN mensajero (ARNm), que demostró su eficacia durante la pandemia de Covid-19, está abriendo nuevos horizontes en la lucha contra el cáncer. Durante este año varios países europeos han puesto en marcha ensayos clínicos de vacunas personalizadas basadas en esta tecnología. La iniciativa más ambiciosa, la Plataforma de Lanzamiento de la Vacuna contra el Cáncer en Reino Unido, lidera una serie de estudios multinacionales que incluyen centros en Alemania, Bélgica, España y Suecia.
Estas vacunas actúan “entrenando” al sistema inmunológico para identificar y destruir células cancerosas específicas de cada paciente. Los primeros resultados de los ensayos clínicos han generado un optimismo cauteloso en la comunidad científica.
En el campo del diagnóstico, la inteligencia artificial está demostrando su valor como aliada del médico personal. MIA, una herramienta de IA implementada en hospitales británicos, ha logrado resultados extraordinarios en la detección precoz del cáncer de mama.
Tras analizar cerca de 10.000 mamografías, el sistema identificó con éxito casos que habían pasado inadvertidos en la revisión médica inicial, incluyendo once diagnósticos críticos que podrían haber sido pasados por alto.
La importancia de este avance es crucial, considerando que la detección temprana de tumores menores a 15 milímetros eleva la tasa de supervivencia al 90% en los cinco años posteriores al diagnóstico.
El noveno gran avance de 2024 nos acerca a la comprensión del órgano más complejo del cuerpo humano, el cerebro. Un grupo de científicos ha logrado desarrollar el primer mapa detallado del cerebro de un animal adulto, cartografiando la posición, forma y conexiones de 130.000 neuronas y 50 millones de conexiones neuronales.
Este logro, publicado en la revista Nature, representa un “salto enorme” en la neurociencia ya que este mapa nos ayudará a entender cómo procesamos la información, desde el reconocimiento facial hasta la comprensión del lenguaje.
Las imágenes resultantes revelan una intrincada red de conexiones neuronales de extraordinaria belleza y complejidad, abriendo nuevas vías para comprender el funcionamiento del cerebro humano y potencialmente desarrollar tratamientos más efectivos para trastornos neurológicos.
Lenacapavir es un fármaco inyectable, diseñado para administrarse de forma semestral, que ha demostrado una eficacia próxima al 100% en la prevención de nuevas infecciones del VIH en poblaciones de elevado riesgo. De esta forma lenacapavir podría ser clave para reducir de forma considerable las tasas de infección por el VIH a nivel mundial. Su impacto podría ser realmente transformador en el control de la pandemia.