Por Virginia Delgado
30 de julio de 2025Tres de cada cinco casos de cáncer de hígado podrían prevenirse reduciendo los niveles de hepatitis viral, el consumo de alcohol, la enfermedad hepática asociada a disfunción metabólica (MASLD) y la obesidad.
Así lo han manifestado investigadores internacionales de la Comisión de The Lancet, un grupo de expertos reunidos por esta revista médica para analizar y abordar problemas de salud global.
Actualmente, el cáncer de hígado es una de las principales causas de muerte y discapacidad. A nivel mundial, es el sexto cáncer más común y la tercera causa principal de fallecimiento por tumor.
Varios estudios han señalado que el número de nuevos casos se duplicará en 2050, pasando de los 870.000, registrados en 2022, a 1,52 millones, debido al crecimiento y envejecimiento de la población. Respecto a las muertes, se incrementarán de 760.000 a 1,37 millones.
El presidente de la Comisión de The Lancet, el profesor de la Universidad de Fudan (China), Jian Zhou, ha manifestado que esta enfermedad es de las más difíciles de tratar. “Tiene unas tasas de supervivencia a cinco años que oscilan entre el 5% y el 30%. Nos arriesgamos a ver casi duplicar los casos y las muertes por cáncer de hígado durante el próximo cuarto de siglo si no se toman medidas urgentes para revertir esta tendencia”. En cuanto a estas, el primer autor del trabajo, el profesor Stephen Chan de la Universidad China de Hong Kong, ha señalado que son los gobiernos de los países los que deben ponerlas en marcha “para prevenir y salvar vidas”.
Los investigadores de la Comisión han estimado que, si estos logran reducir la incidencia de casos de cáncer de hígado entre un 2% y un 5% cada año hasta 2050, se podrían prevenir entre nueve y 17 millones de nuevos casos y salvar entre ocho y 15 millones de vidas. Por otro lado, han subrayado la una necesidad de aumentar la investigación y la atención a los pacientes.
El trabajo publicado en The Lancet recomienda, entre otras acciones, aumentar la vacunación contra el virus de la hepatitis B (VHB), implementar su detección universal para los mayores de 18 años y una selectiva del virus de la hepatitis C (VHC) en zonas de alto riesgo, así como establecer precios mínimos unitarios de alcohol, etiquetas de advertencia y restricciones a la publicidad de las bebidas alcohólicas.
La esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH), una forma grave de MASLD, es la causa de cáncer de hígado con mayor crecimiento a nivel mundial. La Comisión prevé que la proporción de casos aumentará del 8% en 2022 al 11% en 2050. Por el contrario, se prevé que disminuyan los relacionados con el VHB y el VHC unos dos puntos.
El profesor Hashem B. El-Serag, del Baylor College of Medicine (Estados Unidos), ha manifestado que anteriormente se creía que el cáncer de hígado se presentaba “principalmente en pacientes con hepatitis viral o enfermedad hepática relacionada con el alcohol. Sin embargo, hoy en día, el aumento de las tasas de obesidad constituye un factor de riesgo cada vez mayor para esta enfermedad, debido al incremento de los casos de exceso de grasa alrededor del hígado”.
Por ello, junto a sus compañeros, han reclamado introducir la detección del daño hepático en la práctica médica rutinaria para pacientes con obesidad, así como los que padezcan diabetes y enfermedades cardiovasculares. También han demandado integrar un asesoramiento sobre estilos de vida y que los responsables políticos promuevan entornos alimentarios saludables mediante políticas como impuestos al azúcar y un etiquetado claro de productos con alto contenido de grasas, sal o azúcar.