La tomosíntesis, más eficaz para detectar el cáncer de mama que la mamografía

Un estudio realizado por la Sociedad Norteamericana de Radiología, sobre más de un millón de mujeres, la tomosíntesis mamaria digital (DBT, por sus siglas en inglés) ha mostrado mejores resultados de detección del cáncer de mama en comparación con la mamografía digital estándar. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Radiology .

A pesar de que el cáncer de mama sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer entre las mujeres, la mortalidad ha disminuido desde finales de la década de los 80, debido a las mejoras en la detección y al tratamiento temprano. En la actualidad, la tasa de supervivencia relativa a cinco años del cáncer de mama, cuando se detecta a tiempo en su etapa localizada, es del 99 %, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer. 

La detección con mamografía digital bidimensional (2D) sigue siendo la prueba más utilizada en muchos sitios, pero tiene sus limitaciones debido a su incapacidad para detectar algunos tipos de cáncer. Sin embargo, cada vez hay más evidencias de que la tomosíntesis (una forma avanzada de mamografía que utiliza dosis bajas de rayos X), tiene una tasa de detección del cáncer de mama más alta debido a su capacidad para capturar múltiples imágenes de la mama desde diferentes ángulos, en lugar de la típica imagen única obtenida con una mamografía 2D estándar. Según los expertos, este método es especialmente beneficioso para las mujeres con tejido mamario más denso.

Pero ¿cuál es la diferencia entre una mamografía y la tomosíntesis? La doctora Sara Romero Martín, miembro de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), explica a Medicina Responsable que “la mamografía digital es considerado el método convencional para la realización del cribado mamario. Se obtiene una imagen de la mama en proyección craneocaudal y otra imagen de la mama en proyección oblicua”. La tomosíntesis, sin embargo, es una nueva tecnología que obtiene múltiples imágenes de la mama desde diferentes ángulos, tanto para la proyección craneocaudal como para la proyección oblicua. Con todo esto, sus resultados son más eficaces porque permite detectar los cánceres de pecho en estadios más precoces, cuando aún son de pequeño tamaño y no hay afectación de los ganglios axilares, y por la reducción de la tasa de falsos positivos, es decir, “mujeres que necesitan pruebas de imagen complementarias tras un estudio de cribado positivo y que finalmente no son diagnosticadas de cáncer de mama”, afirma Romero.

Además, ambas pruebas son muy parecidas; en las dos la mama de la paciente se posicionada sobre el soporte del equipo y se comprimía suavemente con una pala para sujetarla, evitando así artefactos de movimiento, y dispersar el tejido mamario, lo que mejora su visualización. El tiempo de realización, tanto de la mamografía como de la tomosíntesis, es similar, y el grado de incomodidad o molestias depende más de cada mujer que del tipo de exploración realizada. 

En la actualidad la mayoría de los centros radiológicos de imagen mamaria, públicos y privados, disponen de este tipo de equipos. Es en el ámbito de los programas de cribado poblacional de cáncer de mama, donde el número es más reducido, “por lo que sería factible que los equipos de mamografía que se renueven lo hagan por un equipo de tomosíntesis”, asegura la doctora Romero.

El único problema de la implantación de la tomosíntesis en los programas de cribado poblacional de cáncer de mama “está en la mayor carga de trabajo que supone para el radiólogo la lectura de cribado, dado que los estudios están compuestos por un mayor número de imágenes”, afirma Romero. Para intentar solventar esto, y que las mujeres se puedan beneficiar de las ventajas conseguidas con la tomosíntesis en el cribado mamario, se está analizando la utilidad de la Inteligencia Artificial como herramienta de ayuda al radiólogo en la realización de las lecturas de cribado.

 

 

 

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