Cáncer de Mama

La etimología de mamífero proviene de “mamma”, que en latín significa mama o glándula mamaria,  y “ferre”, llevar. Nos llamamos mamíferos porque las hembras llevan y transportan sus mamas y, tras nacer, mamamos, y de esa mama, viene la palabra madre. 

 

Los hombres también tenemos pezones, pero no poseemos glándulas mamarias, ni tenemos imaginación suficiente para aproximarnos a las complejas sensaciones que sienten las hembras de nuestra especie, al criar y dar de mamar a sus hijos. Si se me permite la parodia, la madre alimenta y cuida al niño para que crezca, y el padre espera a que haya crecido para hacerle socio de su club de fútbol. 

 

Una de las contradicciones más paradójicamente terribles es que las mamas, que son la fuente de la vida de la especie, puedan ser causa también de la muerte, a causa del cáncer de mama.Y no es ninguna broma. Sólo en España se diagnostican unos 35.000 casos de cáncer de mama, y de ellos más de seis mil no pueden vencerlo. 

 

En un asunto tan serio, he ironizado antes sobre el diferente papel del macho y la hembra de nuestra especie, porque, además del peligro letal que puede suponer, no es menor el trauma de la mutilación. He oído, en ocasiones, comentarios masculinos bastante superficiales, de las secuelas de vencer al cáncer de mama. 

 

He vivido, de cerca, con una de mis hijas, el largo periplo de esta lucha. Y hemos aprendido lo importante, importantísimo, que es el diagnóstico precoz. En este día mundial, desde Medicina Responsable, queremos enviar un abrazo de ánimo a todas esas mujeres que están en la trinchera, con el deseo de que salgan pronto de ella, aunque sea con esa herida que tanto dolor psicológico causa. 

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