Mounjaro, el tercer fármaco contra la obesidad que llega a España

El 1 de julio estará disponible en las farmacias españolas Mounjaro (tirzepatida), un nuevo medicamento, desarrollado por Lilly, indicado para personas con obesidad y con diabetes de tipo 2 (DM2).

El nuevo fármaco, cuya administración es subcutánea y con periodicidad semanal, se ofrecerá bajo prescripción médica en dosis de 5mg. y 10mg. y en un futuro, de 15mg. “No hemos esperado a ofrecer las tres porque nuestra prioridad ha sido ponerlo cuanto antes a disposición de los pacientes”, ha manifestado durante su presentación el director médico de Lilly España, el doctor José Antonio Sacristán. La empresa farmacéutica tampoco ha esperado a contar con la financiación del Ministerio de Sanidad. “Estamos en conversaciones con este departamento, pero el proceso está siendo largo. Lo importante es ponerlo a disposición”, ha insistido el doctor. 

En cuanto al precio, Lilly ha informado de que la dosis de 5mg. tendrá un coste de 9 euros al día (271 euros al mes) y la de 10mg., de 12 euros al día (358 euros al mes). “Es más competitiva que otras alternativas”, han señalado desde la compañía. 

Mounjaro sale al mercado después de que lo hicieran otros tratamientos contra la obesidad (Wegovy y Ozempic), también autorizados por la Agencia Europea del Medicamento (Aemps). De esta forma, crece la oferta y también la preocupación porque se haga un uso indebido de estos tratamientos. “Hay que darle un punto de seriedad. La obesidad y la diabetes son enfermedades y hay que tratarlas como tales. En nuestro caso, vamos a trabajar con profesionales para evitar que Mounjaro sea de uso estético. Es un fármaco”, ha manifestado la doctora Mar Malagón, presidenta de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO).

Actualmente, en España la obesidad afecta a más del 18% de la población adulta y se prevé que, en 2035, este porcentaje ascienda al 30%. Con este nuevo medicamento, este colectivo no sólo perderá peso, además, evitará otras enfermedades que traen consigo el sobrepeso. “La obesidad está asociada a más de 200 complicaciones y 13 tipos de cáncer. Entre las primeras, están las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, la diabetes mellitus tipo 2, las alteraciones lipídicas, la enfermedad metabólica hepática y la infertilidad. En cuanto a los cánceres, son prevalentes el de mama, el colorrectal, el de riñón, el de hígado y el de ovario, entre otros. La obesidad es una enfermedad que está infravalorada y maltratada”, ha explicado el doctor Alfredo Michán Doña, especialista en Medicina Interna y coordinador del grupo de Diabetes, Obesidad y Nutrición de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). 

Mecanismo de acción y ensayos

Mounjaro es el primer fármaco de una nueva familia terapéutica que actúa sobre los receptores GIP y GLP-1. Su mecanismo de acción, además de favorecer el control glucémico, hace que disminuya el apetito, aumente la sensación de saciedad y se reduzca el exceso de grasa, incluida la visceral en el perímetro de la cintura. Además, en las personas con diabetes tipo 2, mejora el control glucémico a través de mecanismos que incluyen mayor secreción de insulina, menor de glucagón y una mejor sensibilidad a la insulina.

Su desarrollo clínico ha sido doble; el programa SURPASS se ha dirigido a pacientes con DM2 y el SURMOUNT, a personas con obesidad y sobrepeso, sin diabetes. En total, han participado 10.000 hombres y mujeres. “En España han formado parte de los ensayos 95 centros (35 de ellos en los estudios de obesidad) y 1.128 pacientes, lo que refleja la enorme calidad de nuestro sistema sanitario y de los investigadores españoles”, ha subrayado el director médico de Lilly España.

El programa SURPASS ha demostrado un excelente control glucémico (hasta el 87% de los pacientes alcanzó niveles de hemoglobina glicada (HbA1c) de 6,5% o inferiores en comparación con el 66,2% de los tratados con semaglutida 1mg, es decir, el principio activo de Ozempic y Wegoby). E, incluso, alrededor del 50% tuvo niveles similares a los de una persona sin diabetes (HbA1c ≤5,7%), frente al 19,7% que lo consigue con semaglutida, con pérdidas de peso de media de hasta 12,4kg con tirzepatida frente a 6,2kg con semaglutida, todo ello con un perfil de seguridad favorable.

En el programa SURMOUNT, el nuevo tratamiento mostró una reducción de peso medio de 23,6 kg. en la semana 72 (similar al obtenido en las cirugías bariáricas). Además, 4 de cada 10 pacientes consiguieron una pérdida igual o superior al 25% de su peso. Todo ello con una elevada tasa de respuesta. Así, el 96% de los enfermos redujo más del 5% de su peso al cabo de 72 semanas de tratamiento. 

Más allá de los kilos, Mounjaro ayudó a mejorar el perfil cardiometabólico de los enfermos; reduciéndose sus niveles de colesterol, hipertensión y el perímetro de su cintura, entre otros. 

Respecto a sus contradicciones, el doctor Javier Escalada, presidente de la Fundación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (FSEEN), ha explicado durante la presentación del medicamento que es perjudicial para personas con antecedentes familiares de cáncer de tiroides, enfermos de pancreatitis o que hayan tenido episodios, así como mujeres que estén planeando un embarazo. El doctor también ha mencionado los principales efectos adversos tras su administración. “Son leves y disminuyen con el tiempo. Se trata de trastornos gastrointestinales, como náuseas, diarreas, vómitos, estreñimiento, dispesia y dolor abdominal”. 

Desde Lilly han explicado que, al ser la obesidad una enfermedad crónica, el nuevo tratamiento también ha de serlo. “Se ha comprobado que hasta la semana 36 hay disminución de peso y, si se retira, este se recupera progresivamente”. 

 

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