Por Virginia Delgado
17 de mayo de 2024La obesidad no es un problema estético, sino médico. Se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa. Y, por ello, por ser algo anómalo y desmesurado en nuestro cuerpo, resulta perjudicial para la salud. Hace tiempo que esta patología ha pasado de ser un factor de riesgo a una enfermedad, por lo que en una fecha como hoy, en la que se conmemora el Día Europeo contra la Obesidad, concienciar a la población sobre la dimensión del problema es casi una obligación.
Sus causas van más allá que una combinación de dieta poco sana e inactividad física. El Informe Regional Europeo de la Obesidad 2022, realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), destaca que un peso corporal no saludable, en los primeros años de vida, puede afectar la tendencia de una persona a desarrollar obesidad.
En Europa, es el cuarto factor de riesgo más común de enfermedades no transmisibles (ENT), después de la hipertensión arterial, los riesgos alimentarios y el tabaco. Además, esta enfermedad se encuentra entre las principales causas de discapacidad. El documento de la OMS indica que una persona obesa pasa incapacitada un 7% de sus años vividos.
En cuanto al número de afectados en los países europeos, casi el 60% de los adultos, uno de cada cuatro adolescentes (25%) y uno de cada tres niños sufren sobrepeso y obesidad, ascendiendo los falloecimientos por esta causa a 1,2 millones de personas, una cifra que corresponde a más del 13% de la mortalidad y a la que hay que sumarle las muertes derivadas de las complicaciones de las afecciones que trae consigo esta patología.
Por tramos de edad, el Informe Regional Europeo de la Obesidad 2022 de la OMS especifica que, de entre los siete y los nueve años, el 29% de los niños y el 27% de las niñas viven con sobrepeso u obesidad. En cuanto a los menores de cinco, el porcentaje es del 8%. “Los patrones en los pequeños varían según los padres. Así, en los países con altos ingresos, prevalece el sobrepeso cuando los progenitores tienen un nivel educativo más bajo. Una tendencia que es contraria en los de ingresos medios. En lo que se refiere a los adultos, la obesidad es alta en los que tienen niveles de estudios inferiores”, señala el documento. Por sexos, hay más hombres con esta enfermedad (63%) que mujeres (54%).
A lo largo de los años, se han producido cambios muy significativos en Europa. Entre 1975 y 2016, la obesidad aumentó mucho. En los adultos, un 138%, y entre niños y jóvenes de cinco a 19 años, el triple en el sexo masculino y el doble en el femenino. Este crecimiento, según los expertos, tiene mucho que ver con un cambio en los hábitos de vida de las personas; nuevos modos de trabajar, largas jornadas, aumento del parque automovilístico, mayor variedad de alimentos ultraprocesados y las cadenas de comida rápida convirtieron la obesidad en un problema de salud pública.
Esta enfermedad aumenta el riesgo de padecer otras patologías como la diabetes, la presión arterial alta, dolencias cardiacas, respiratorias y determinados tipos de cáncer, además de problemas de salud mental. La OMS la ha llegado a calificar como “epidemia”, dadas las proporciones que están alcanzando sus tasas en Europa. “Se está convirtiendo en el factor de mayor riesgo. La obesidad es la causa de, al menos, 13 tipos diferentes de cáncer y es probable que sea directamente responsable de 200.000 nuevos casos de tumores al año en toda Europa, cifra que aumentará aún más en los próximos años”, subrayan desde la organización.
La OMS asegura que vivir en sociedades “altamente digitalizadas de la Europa moderna es impulsor de la obesidad”. Según su informe, la comercialización digital de productos alimenticios no saludables dirigidos a los niños y la proliferación de juegos sedentarios en línea contribuyen a la creciente ola de sobrepeso. No obstante, también señala que las plataformas on line pueden ser una oportunidad “para la promoción y el debate sobre la salud y el bienestar”.
Por otra parte, hace hincapié en los efectos de la COVID-19 en los obesos, indicando que los casos aumentaron y empeoraron durante los confinamientos. Sobre ello, la Organización Mundial de la Salud ha publicado otro estudio titulado “Informe sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en la rutina diaria y los comportamientos de los niños en edad escolar: resultados de 17 Estados miembros en la región europea de la OMS”. En él subraya el aumento de las tasas de obesidad entre los niños entre siete y nueve años.
Para solucionar el problema, la organización insiste en que los países europeos deben tomar medidas políticas para mejorar los patrones de nutrición y la actividad física. Así, sugiere poner restricciones de comercialización e impuestos a productos no saludables, dar ayudas para incrementar el consumo de frutas, diseñar etiquetas nutricionales aclaratorias en los alimentos, desarrollar programas en los centros escolares y de trabajo para mejorar las dietas y promover el ejercicio, así como mejorar el acceso a los servicios de gestión de la obesidad y el sobrepeso en la atención primaria de salud.