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¿Puedo beber alcohol si estoy tomando ibuprofeno o paracetamol?

En el caso de los analgésicos y antiinflamatorios, como son el ibuprofeno y el paracetamol, esta mezcla es “especialmente preocupante”

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¿Puedo beber alcohol si estoy tomando ibuprofeno o paracetamol?

Por Andrea Martín

28 de febrero de 2024

El ibuprofeno y el paracetamol son dos de los medicamentos más utilizados en la mayoría de las casas españolas. Ya sea por un dolor de espalda, de cabeza, fiebre, inflamaciones…estos fármacos de acción rápida pueden ser la salvación para eliminar los dolores. Sin embargo, su uso no debe tomarse a la ligera y menos mezclarlos con alcohol. 

Así lo ha alertado la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) quienes alertaron de los riesgos de la mezcla de alcohol y fármacos, "especialmente preocupante" en el caso de los analgésicos y antiinflamatorios como son el ibuprofeno y el paracetamol, ya que, según explican, pueden aumentar el riesgo de afectación gástrica o toxicidad hepática. "En general el riesgo de esta interacción es algo que se conoce, de hecho, se informa de ello en los prospectos de los medicamentos, pero a veces no se le da la importancia necesaria", afirma José Manuel González de la Peña Puerta, miembro del Comité de Pacientes y Ciudadanía de SEFAP. 

Los efectos adversos de los medicamentos dependen del fármaco que se tome, pero los más comunes por la mezcla con alcohol son náuseas, vómitos, dolor de cabeza, mareos, somnolencia; y en casos más graves hemorragias, alteraciones cardíacas o dificultad respiratoria. 

Entre los tratamientos con más efectos secundarios en caso de mezclarse con alcohol están los somníferos, los medicamentos para abordar problemas de salud mental y los utilizados para la diabetes, controlar la tensión o evitar trombos. Concretamente, desatacan el caso de los fármacos para la diabetes, que al tomar también alcohol puede disminuir el azúcar en sangre, provocando mareos y pérdidas de conocimiento. 

En el caso de los somníferos y fármacos para la ansiedad, desde SEFAP recuerdan que el alcohol y los sedantes disminuyen la actividad en el cerebro. Juntos, pueden aumentar el sueño, producir mareos y pérdida de equilibrio. En cuanto a los fármacos para la tensión, el alcohol puede causar un mayor efecto y aumentar el riesgo de mareos, desmayos y caídas. 

En cuanto a la interacción entre el alcohol y ciertos medicamentos que disminuyen la coagulación de la sangre, puede aumentar el riesgo de sangrados graves al tomarlos juntos; mientras que, con antibióticos como metronidazol, el alcohol puede causar enrojecimiento de la cara, vómitos, dolor de cabeza o aceleración dell corazón, hasta el punto de que se puede necesitar ingreso hospitalario. 

La edad también puede ser un factor que aumente los riesgos de esta combinación y desde SEFAP recuerdan que las consecuencias se multiplican en personas mayores de 65 años. "El envejecimiento hace que el metabolismo se vea enlentecido, lo que se suma a que en muchas ocasiones este grupo de población tome medicamentos más propensos a interactuar con el alcohol, por lo que deberían extremar las precauciones", aconseja González de la Peña. 

El caso de los analgésicos 

El caso de los analgésicos y antiinflamatorios, como ibuprofeno o paracetamol, es preocupante ya que por su disponibilidad se usan más en la población para tratar dolores o cuadros febriles. 

González de la Peña reconoce que, si la utilización de estos fármacos es puntual, el riesgo no es tan alto, pero, en todo caso, señala que su mezcla no es lo más aconsejable, ya que tanto el alcohol como el paracetamol se degradan en el hígado, por lo que tomarlos juntos podría sobrecargar el órgano aumentado el riesgo de toxicidad hepática. 

 



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