Por Juan García
23 de enero de 2025“La profesión médica dice basta”. La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y otras tres asociaciones de médicos han cargado con contundencia contra la propuesta de reforma del Estatuto Marco presentada por el Ministerio de Sanidad, la cual califican con términos como “atropello” o “ataque sin precedentes” a la profesión médica.
La reunión de ayer entre el Ministerio y los sindicatos no ha servido para apaciguar los ánimos de un colectivo profesional cuyos representantes aseguran estar alcanzando “cotas de indignación y hartazgo que jamás se habían alcanzado”, en palabras del presidente de la CESM, el doctor Miguel Lázaro. En este sentido, anuncian que llevarán a cabo todas las acciones de presión necesarias sin descartar la huelga, aunque matizan que esta llegaría en función de “cómo evolucione la negociación”. “Iniciaremos movilizaciones y medidas de confrontación en busca de lo que reclamamos: un estatuto específico del médico que nos reconozca como profesión y nos valore de modo adecuado”, señalan.
Este sindicato, en representación de los 14 sindicatos autonómicos de médicos y junto con la Asociación MIR España y el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, han elaborado un manifiesto conjunto en el que critican el documento presentado por Sanidad para reformar la regulación de sus condiciones laborales tras 22 años sin modificarse. “El anterior nos tenía con el pie en el cuello, pero este es aún peor”, ha lamentado el presidente del Sindicato Médico Andaluz, Rafael Ojeda.
La buena sintonía que aseguró ayer la ministra Mónica García que caracterizó la reunión entre su departamento y los sindicatos choca con la percepción expresada por esta organización, quienes aseguran no compartir “ese optimismo”. El secretario general de la CESM, Víctor Pedrera, señala el “rechazo absoluto” de la profesión médica al texto propuesto por Sanidad y vaticina que “traerá consecuencias”.
Una de las principales reivindicaciones de este colectivo es la elaboración de un estatuto propio para la profesión médica, algo que la propia ministra ha descartado. De esta forma, buscan que se dé cabida a las “singularidades de la profesión médica”, algo que justifican en base a las condiciones laborales que tienen.
En esta línea critican que la limitación de las guardias que propone Sanidad siga sin contemplar la mejora retributiva de esas horas (que se pagan menos que la hora ordinaria) y que coticen de cara a la jubilación, además del mantenimiento de la jornada obligatoria de 48 horas para los médicos.
Para la secretaria general de Amyts, Ángela Hernández, el contexto actual ofrece “un momento histórico para defender unas condiciones dignas” y aboga por hacer que los médicos alcen la voz en sus reivindicaciones. En este sentido, critica los mecanismos de representatividad sindical que, asegura, les restan peso de cara a estas negociaciones. “La representatividad sindical se articuló en un momento complicado como la transición. El esfuerzo de la CESM es ímprobo, pero nos han mantenido callados (otros sindicatos) con que éramos unos clasistas y parece que los médicos nos tenemos que avergonzar de nuestras demandas”.
A este respecto, uno de los puntos de discordia con otras categorías profesionales está relacionada con la reclasificación profesional, para la cual los médicos reclaman “que vaya aparejada de una subida salarial acorde a las responsabilidades de los médicos”. Algo que el doctor Lázaro justifica poniendo de ejemplo los fallecimientos de médicos en la pandemia por “permanecer en primera línea” para cuidar la relación médico paciente.
A propósito de la propuesta de dedicación exclusiva a la sanidad pública para los jefes de servicio, el doctor Ojeda ha señalado que “con el discurso del Ministerio se ha transmitido a la población que el problema principal de la sanidad pública es ese y no es verdad”.
El presidente del sindicato médico andaluz apunta que esta posición de García refleja una opinión “muy sesgada y llena de prejuicios” y considera que el tema de las incompatibilidades está “resuelto desde hace años”. “Al médico que trabaja en la privada por la tarde se le exige exactamente lo mismo”, defiende, a la par que lamenta que los representantes políticos “quieren colocar sus prejuicios ideológicos cuando llegan al poder, sean del color que sean”.
Para Lázaro, la pelota está ahora “en el tejado de la administración”, por lo que insta a dar respuesta a sus demandas y elaborar una norma que aborde las “causas estructurales” de los problemas del sistema sanitario y no “surfear” estas cuestiones como afirma que hace el texto actual. Su compañero, el doctor Pedrera, incide en que hay que acabar con “la precariedad y los contratos basura” para apostar de verdad por la retención y fidelización del talento.