Por Virginia Delgado
25 de agosto de 2025Un equipo de investigadores de la Universidad de Guangzhou (China) ha trasplantado por primera vez un pulmón de un cerdo a un hombre que se encontraba en muerte cerebral, después de modificarlo mediante el sistema de edición genética CRISPR.
Este xenotrasplante porcino a un humano (trasplante de órganos animales a personas) mantuvo viable el pulmón durante los nueve días que duró el estudio. No obstante, presentó ciertos signos de daño y rechazo inmunitario. Así, se produjo una disfunción primaria del injerto atribuida al daño por isquemia-reperfusión y episodios de rechazo agudo mediado por anticuerpos.
Hasta ahora, los experimentos de xenotrasplante en humanos se habían limitado a riñones, corazones e hígados, pero nunca a pulmones, por lo que la investigación china se ha considerado relevante. La razón por la que no se han llevado a cabo antes es porque estos órganos son difíciles de preservar por su alta exposición al aire y su enorme flujo sanguíneo, que los hacen más vulnerable.
Para Rafael Matesanz, creador y fundador de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), en esta investigación “son más las incógnitas que se plantean que las respuestas”. Considera que se debe seguir profundizando porque la posibilidad de que se consiga una buena evolución de estos pulmones con una supervivencia aceptable “se antoja lejana y bastante más complicada que en el caso del riñón o del hígado”. No obstante, admite que “se entreabre una pequeña puerta más en el mundo del xenotrasplante, pero con bastantes más dudas que certezas”.
Beatriz Domínguez-Gil, directora de la ONT, ha declarado que este estudio “marca un hito en la medicina traslacional” y abre una vía inédita hacia nuevas alternativas frente a la escasez crítica de pulmones para trasplante. “El xenotrasplante pulmonar podría, en el futuro, convertirse en una opción real para salvar vidas. La necesidad clínica es enorme. Miles de personas cada año enfrentan la posibilidad de no recibir a tiempo el órgano que podría prolongar y mejorar sus vidas. Si el xenotrasplante llega a establecerse como una opción clínica segura, podría transformar radicalmente el acceso al trasplante de pulmón y aliviar de manera decisiva la escasez actual de órganos”, ha añadido.
Sin embargo, reconoce que la investigación tiene “limitaciones” con una técnica experimental. “Para valorar su eficacia y seguridad es imprescindible realizar más procedimientos en el contexto de ensayos clínicos cuidadosamente diseñados y con seguimiento a corto, medio y largo plazo”, ha subrayado la directora de la ONT.
Además, hace hincapié en que en el trasplante se mantuvo el segundo pulmón del hombre. “Este detalle no es menor. La presencia de un órgano propio podría influir tanto en el funcionamiento del injerto como en la respuesta inmunológica, lo que limita la extrapolación directa de los resultados a situaciones en las que no se mantenga un pulmón nativo”, ha concluido.
Que el paciente estuviera en muerte cerebral es considerada otra limitación por parte de otros expertos. Así, Iván Fernández Vega, profesor titular de Anatomía Patológica de la Universidad de Oviedo, director científico del Biobanco del Principado de Asturias (BioPA) y coordinador del hub de Organoides de la plataforma de Biomodelos y Biobancos del ISCIII, ha manifestado que esto implica que los resultados “no sean directamente extrapolables a personas vivas, ya que no se puede valorar ni la tolerancia clínica ni los efectos secundarios reales del procedimiento. Además, el seguimiento se limitó a nueve días, por lo que desconocemos cómo evolucionaría el injerto a medio y largo plazo y si pudieran aparecer complicaciones adicionales como el rechazo crónico o infecciones tardías”.
El profesor también ha subrayado que, al tratarse de un único caso, “limita la generalización de los resultados y obliga a ser cautelosos hasta que se repliquen en más estudios”.