Por Medicina Responsable
9 de diciembre de 2025Con la finalidad de analizar cómo asegurar la disponibilidad de medicamentos estratégicos ante un escenario de creciente presión económica y tensiones en la cadena de suministro, se ha celebrado la jornada “Cómo garantizar el acceso a medicamentos para salvar vidas”.
Durante el encuentro, que ha reunido a representantes institucionales y de la industria farmacéutica, así como a sociedades científicas y organizaciones de pacientes, João Madeira, director general de Viatris, organizadora de la jornada, ha expuesto unos datos que evidencian un deterioro “progresivo” en la viabilidad económica de la producción de medicamentos sin patente en Europa.
“El principal reto es que muchos fármacos estratégicos tienen precios tan bajos que ya no son sostenibles, mientras los costes de producción suben. Esto provoca retiradas del mercado y riesgo de desabastecimiento. Necesitamos modelos que aseguren viabilidad, más diversidad de proveedores y una cadena de suministro más fuerte”, ha subrayado Madeira.
Según los números de los que se ha informado durante la jornada, los precios regulados de los antibióticos sin patente han continuado descendiendo, con una bajada media del 10,4 % en el periodo 2020-2024. Algo que ha generado un desequilibrio “insostenible” que ya se refleja en la práctica: 240 productos antibióticos se han retirado del mercado y se han notificado 385 episodios de desabastecimiento en los países analizados. En España, que no es ajena a esta tendencia, en 2025, se han producido problemas recurrentes de suministro en medicamentos como la amoxicilina o la azitromicina, obligando a recurrir a alternativas menos adecuadas y acentuando el riesgo de resistencias antimicrobianas.
La primera mesa de debate de la jornada, “La industria ante el reto del acceso sostenible”, ha contado con la participación de representantes de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG), la Asociación Española de Biosimilares (BioSim), Farmaindustria, la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) y César Hernández, director general de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia del Ministerio de Sanidad.
La conversación ha girado en torno a las tensiones estructurales del sector y a la dificultad de sostener la producción de medicamentos estratégicos con precios a la baja y costes crecientes. Así, se han abordado cuestiones como la posibilidad de establecer precios mínimos, la necesidad de introducir criterios de seguridad de suministro en las licitaciones públicas o el riesgo de que determinadas exigencias ambientales añadan una nueva capa de presión sobre medicamentos de bajo margen.
En este sentido, Emili Esteve, director técnico de Farmaindustria, ha indicado que los problemas de suministro “deben centrarse en los medicamentos estratégicos, cuya falta puede generar un impacto real en los pacientes. La intervención de la Administración debería flexibilizarse para incorporar argumentos no estancos. Además, no podemos basar los concursos únicamente en el precio: factores como la fabricación en la UE deben pesar en la decisión para proteger el suministro. Los planes preventivos han funcionado bien precisamente porque la Administración ha mantenido una intervención limitada y proporcionada”, ha manifestado.
Como conclusión, Hernández ha defendido la implantación de un sistema de precios dinámicos que permita una entrada más ágil de medicamentos a precios competitivos cuando expire la patente, con el fin de garantizar el acceso a fármacos estratégicos de bajo coste y prevenir su desabastecimiento.
“Es fundamental visibilizar el problema para empezar a solucionarlo”
La segunda mesa, “Pacientes y profesionales ante la escasez de medicamentos estratégicos”, ha reunido al Foro Español de Pacientes, la Fundación Española del Corazón, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC). Sus representantes han aportado la perspectiva del impacto asistencial y social de la escasez. Han coincidido en que los desabastecimientos no solo complican la labor clínica, sino que minan la adherencia terapéutica, generan desigualdad territorial y cargan de incertidumbre tanto al paciente como al profesional. También se ha discutido el papel clave de la digitalización en la trazabilidad y gestión de stocks, el valor de sistemas de alerta temprana y la necesidad de mejorar la comunicación con la ciudadanía para que conozca alternativas disponibles en caso de desabastecimiento.
“Es fundamental visibilizar el problema para empezar a solucionarlo; lo que estamos haciendo aquí es, precisamente, la mayor actividad preventiva posible: levantar la mano cuando existe un problema”, ha señalado Vicente Baixauli, presidente de SEFAC.
La jornada ha concluido con un mensaje compartido: garantizar el acceso a medicamentos estratégicos no es solo un reto industrial o regulatorio, sino un imperativo sanitario y social que exige colaboración, visión a largo plazo y decisiones valientes.
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