Por Medicina Responsable
14 de octubre de 2025En los últimos 20 años, Europa ha perdido su liderazgo en el lanzamiento de nuevos fármacos, situándose Estados Unidos por delante y, desde 2024, también China. Ha perdido el 25% de su inversión en I+D y se ha visto afectada por las fuertes presiones del Gobierno de EE.UU. para atraer inversiones en el sector, que han puesto en riesgo la actividad de las compañías en Europa.
Ante este contexto, los expertos señalan que es fundamental que las Administraciones apuesten por la innovación y promuevan medidas que fortalezcan este sector.
Farmaindustria ha planteado y trasladado a las españolas una serie de propuestas para que España logre convertirse en un centro global de producción e innovación biofarmacéutica. “En un momento en el que nuestro país se encuentra en una revisión profunda del marco regulador sectorial farmacéutico, creemos que existe una gran oportunidad de logremos ser un país aún más atractivo para la innovación”, han señalado desde la entidad que representa a la industria farmacéutica.
Entre las sugerencias, que están recogidas en su informe “Del potencial a la acción: Medidas para acelerar la inversión biofarmacéutica en España en el contexto geopolítico actual”, figuran disponer de un marco regulatorio predecible que valore la innovación y facilite el acceso de los pacientes a los nuevos medicamentos; reforzar el ecosistema de innovación; adecuar la nueva regulación medioambiental a los objetivos de innovación y competitividad; revisar las presiones fiscales; mejorar las minoraciones del Profarma y no incrementar las contribuciones obligatorias de la disposición adicional 6ª, y aumentar las deducciones por inversiones en I+D y los incentivos a la producción de medicamentos estratégicos o terapias avanzadas.
“Hay que aprovechar la oportunidad histórica que ofrecen actualmente las regulaciones en preparación, desde la futura Ley de Medicamentos y Productos Sanitarios a los Reales Decretos de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y de Precio y Financiación. Esto, unido a la renovación de la legislación farmacéutica europea y la elaboración de la futura ley europea de Biotecnología nos sitúan en un momento clave para definir el futuro de Europa. Es urgente apostar por la innovación biofarmacéutica y acelerar la llegada de los tratamientos a los pacientes europeos y promover un ecosistema innovador que atraiga inversiones en I+D y en plantas de producción en Europa y en España. De la inversión de hoy en I+D biomédica, en ensayos clínicos con nuevos medicamentos dependerán los medicamentos que tengamos en el futuro”, han manifestado desde Farmaindustria.