Por Juan García
5 de agosto de 2024El año 2023 puede considerarse un punto de inflexión para el Sistema Nacional de Salud por ser el año en el que oficialmente se dio por terminada la pandemia a nivel internacional. El cómo han cicatrizado en el sistema sanitario las importantes heridas abiertas por la pandemia a nivel de salud de la población es uno de los principales baremos que se pueden usar para analizar el estado de la Sanidad en España.
Con el Informe del Sistema Nacional de Salud 2023, el Ministerio de Sanidad ha dado a conocer nuevos datos que permiten hacer un balance global de la sanidad en nuestro país desde perspectivas como la esperanza de vida, la incidencia de enfermedades o la respuesta de la sanidad pública ante los retos que enfrenta el sistema sanitario.
El informe refleja que la esperanza de vida de los españoles ha logrado remontar tras el bajón experimentado durante la pandemia. En concreto, la esperanza de vida se sitúa en 83,1 años, 85,7 las mujeres y 80,4 los hombres. Estas cifras vuelven a situar a nuestro país en los índices previos a la pandemia, donde se registraba en 2019 una media de 83,5 años.
Pero, más importante que vivir muchos años es hacerlo con salud. Según los datos ofrecidos por Sanidad, las personas pueden esperar vivir de media 79,4 años con buena salud. En este sentido también el nivel es cuatro años superior en las mujeres que en los hombres.
En cuanto a la percepción que tienen los ciudadanos sobre su propia salud, tres de cada cuatro la valoran como buena o muy buena. Esta percepción sí es superior en hombres que en mujeres, aunque donde más diferencias se detectan es en el nivel educativo. Así, la valoración positiva de la propia salud es más alta en personas con nivel educativo superior (85,9%) e intermedio (81,9%), que en aquellas con nivel inferior (66,4%).
Del informe también se extraen cifras llamativas en cuanto a la incidencia de ciertas patologías relacionadas con nuestro estilo de vida actual. En primer lugar, el estudio encuentra que un 34% de la población tiene problemas de salud mental, siendo los más frecuentes los trastornos de ansiedad, los del sueño y los depresivos. También se observa que dos de cada 10 adultos tienen obesidad y casi la mitad se declaran sedentarios en su tiempo libre.
Donde se encuentran datos positivos es en la cobertura de la vacunación infantil, que se sitúa en un 95% para todas las vacunas.
Las principales causas de mortalidad siguen siendo las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, que están detrás de más del 50% de las defunciones, aunque desde Sanidad destacan que “estas causas mantienen la tendencia descendente que vienen mostrando en la serie histórica”.
Para ilustrarlo señalan ciertas patologías como la cardiopatía isquémica, que desde 2012 ha pasado de representar 76,7 muertes por 100.000 habitantes a 53,3 en 2022. La enfermedad cerebrovascular ha descendido de 64,2 a 44,0 muertes por 1000 habitantes.
En el caso de los tumores malignos, la tasa de mortalidad se ha reducido en ese periodo un 12,2%, pasando de 242,9 a 213,2 muertes por 100.000 habitantes y la minoración ha sido el triple en hombres que en mujeres. El tumor maligno de tráquea, bronquios y pulmón ha sido la neoplasia maligna que más muertes ha producido en 2022.
Entre las causas externas, la mortalidad por suicidio supone 8,8 muertes por cada 100.000 habitantes, siendo mayor en hombres que en mujeres en todos los grupos de edad.
Como reflejan las últimas ediciones del Barómetro Sanitario, las listas de espera en Atención Primaria (AP) son un aspecto crítico que ha empeorado considerablemente tras el estallido de la pandemia. Solo uno de cada cinco pacientes pudo ser atendido en el mismo día de pedir cita o al siguiente, respecto a un 43,3% en 2019. La espera media se situó en 2023 en 9,1 días, casi cuatro más que en el año previo a la Covid-19.
Otro aspecto en el que sale perjudicada la AP es en cuanto al número de profesionales, ya que, si bien las plantillas de hospitales y servicios de urgencias públicos han registrado un “crecimiento relevante” en la última década, “las tasas de profesionales de medicina y enfermería por 1.000 habitantes se han mantenido prácticamente invariables desde el año 2012 en los equipos de AP”.
El volumen de centros y plantillas arroja unas cifras de un total de 763.355 profesionales trabajan en la red asistencial del SNS. De ellos, más del 75% trabajan en hospitales, un 16% en centros de AP y el 3,4% en los servicios de urgencias y emergencias.
A través de 13.040 centros de salud y consultorios, AP realiza al año más de 256 millones de consultas médicas y más de 156 millones de consultas de enfermería, de las cuales se atienden mediante teleconsulta el 39,1% y el 13,6% respectivamente.
Por su parte, los hospitales del SNS atienden en torno a cuatro millones de pacientes ingresados cada año y cerca de 87 millones de consultas médicas. Se realizan 3,5 millones de intervenciones quirúrgicas y el 48,6% de la cirugía mayor se practica de forma ambulatoria.