Por Juan García
26 de julio de 2024Desde hace años diversos estudios internacionales vienen constatando que nuestro país se sitúa en cabeza a nivel mundial, junto con Japón, en cuanto a esperanza de vida. Con una media de 84 años, España se sitúa por encima de la media comunitaria.
Los hábitos alimenticios, la realización de actividad física o la propensión a padecer enfermedades son algunos de los factores fundamentales que hacen que nuestro país lidere las estadísticas de esperanza de vida. Sin embargo, más importante aún es analizar cuánto de ese tiempo que se le estima al ciudadano promedio lo pasa gozando de una buena salud.
La conclusión que arroja el último informe de Eurostat, con datos de 2022, es que España no sale tan bien parada en este aspecto. En concreto, las estadísticas señalan que un europeo goza de media de unos 62,8 años de vida saludable en el caso de las mujeres y 62,4 en el caso de los hombres, mientras que en España se estima en 60,6 y 61,7, respectivamente.
La brecha de género en cuanto a esperanza de vida siempre ha otorgado una ventaja a las mujeres que, no obstante, se ha venido reduciendo en los últimos años. En una población envejecida como la española, la incorporación de la mujer al mundo laboral, así como el aumento del consumo de alcohol o tabaco entre las mujeres, con el consiguiente aumento de la incidencia de enfermedades como el cáncer, son los principales factores que explican este acercamiento progresivo que, en el caso de los años de vida saludables, es incluso superior en el caso de los hombres en nuestro país.
A nivel europeo, Malta (70,3 los hombres y 70,1 las mujeres) Noruega (64,8 y 69,8) y Suecia (65,3 y 67,5) son los países que mayor esperanza de vida saludable registran, según los datos de Eurostat. Dado que la brecha de género fue menor en términos de años de vida saludable que en términos de esperanza de vida general, cabe concluir que la mayoría de los años adicionales que viven las mujeres fueron a costa de unas mayores limitaciones de salud.
Otra comparativa interesante que arrojan los datos del estudio es el análisis respecto a los últimos datos disponibles. En el caso de España, la esperanza de vida saludable se situaba en 2015 cerca de dos años por encima de la registrada en 2022 entre hombres y mujeres. Se trata de una tendencia que registran también otros de los países con mejores cifras, como Malta, Suecia, Noruega y Alemania.
Este informe pone de manifiesto una de las grandes cuestiones que afectan a los sistemas de salud en el continente: vivimos más años, pero ¿a qué precio? La atención a la cronicidad y el cuidado de las personas mayores se erigen, así, como una de las grandes tareas pendientes para mejorar la calidad de vida de la población.