Por Lucía de Mingo
18 de mayo de 2023El Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM) ha reunido a dos eminencias de la medicina mundial, el cardiólogo Valentín Fuster y el psiquiatra Luis Rojas Marcos, a través de los diálogos científicos ICOMEMDAY. Este ha sido el pistoletazo de salida con el que ha comenzado la programación de los actos conmemorativos de los 125 años de la institución.
Este encuentro histórico, centrado en el binomio perfecto formado por el corazón y el cerebro, ha sido moderado por Ernesto Sáenz de Buruaga, presidente de Medicina Responsable y ha contado con la asistencia de más de 500 personas. El doctor Fuster se ha referido al vínculo de estos dos órganos asegurando que “el corazón es cantidad de vida y el cerebro es calidad de vida. Estamos aprendiendo que la degeneración senil y el alzhéimer progresan debido a los mismos factores de riesgo que provocan la enfermedad cardiovascular, hipertensión no tratada, colesterol, diabetes, etc. Es decir, tenemos que prevenir la enfermedad”. En esta línea, el doctor Rojas Marcos ha hecho referencia al concepto de “medicina de calidad de vida” y ha afirmado que es “un paso que ha dado la medicina relativamente reciente”. Para el psiquiatra, el ejercicio físico regular “mejora el estado de ánimo y el estado físico, esa conexión cuerpo-mente. Es fundamental, es un ejemplo de medicina de la calidad de vida”. La píldora anticonceptiva es, para el doctor, otro ejemplo, así como la viagra.
También han reflexionado sobre el abuso de los fármacos, tanto en cardiología como en psiquiatría. No obstante, Luis Rojas Marcos ha indicado que el abuso farmacológico está presente en todas las especialidades de la medicina. “La facilidad con la que accedemos en la farmacia a una pastilla para poder dormir es la solución inmediata cuando el médico no tiene tiempo para hablar con el paciente”. Por ello, ambos han estado de acuerdo en la importancia de la humanización, de empatizar con el paciente y de ver la profesión como una contribución social. “La conexión personal e individual con la parte emocional del paciente me ha ayudado porque va más allá de la prescripción del remedio al problema”, ha añadido Rojas Marcos. Para reforzar esta idea, Fuster ha explicado que, desde hace muchos años, a los médicos más jóvenes les muestra a un enfermo con tan solo un electrocardiograma para enseñarles la importancia de tocar al enfermo y explorarlo de cara a dar un diagnóstico certero.
La salud mental o la inteligencia artificial han sido otros de los temas tratados por ambos profesionales. En cuanto al primero, para Rojas Marcos, “el estigma de la salud mental ha hecho daño y continúa haciéndolo porque previene a muchas personas que podrían sentirse mejor y llevar una mejor vida, le crea una barrera a la hora de aceptar o de pedir ayuda”.
Por último, ambos han coincidido en la importancia de la tecnología en el avance de la medicina en estos 125 años, pero reconocen que hay que estar alerta. “Existen dos desafíos: el mundo digital y el desarrollo cognitivo personal. Por ejemplo, el uso del chat GPT, que desde una perspectiva científica es preocupante. La inteligencia artificial se incorpora a la ciencia sin conocer su origen, lo cual es un tema crítico que requiere cautela. El segundo aspecto es la desconexión con los enfermos. El mundo del futuro digital y de la inteligencia artificial es fundamental, pero tenemos que ser muy precavidos para que esto no nos coma”, asegura el doctor Valentín Fuster.