Por Lucía de Mingo
31 de marzo de 2023El silencio ha sido la nota dominante de la mayoría de las compañías aseguradoras con las que Medicina Responsable se ha puesto en contacto para conocer cuál es su punto de vista ante las demandas de los médicos del aumento del precio de las consultas. “Lamentablemente no vamos a pronunciarnos de forma general a esta cuestión porque corresponde a negociaciones y acuerdos entre las partes que no discutimos en los medios de comunicación”, declara la compañía aseguradora AXA. Por otra parte, desde Mapfre indican que “gestionan de manera personalizada las negociaciones de las condiciones económicas con muchos de estos profesionales sanitarios de su cuadro médico. No se puede generalizar. Además, el baremo que de manera conjunta negocian y acuerdan MAPFRE y los diferentes profesionales tiene en cuenta las características y situación de la provisión sanitaria y del mercado asegurador, e intenta conciliar los ingresos por primas y los gastos derivados de la siniestralidad”.
Los médicos que trabajan para las compañías aseguradoras llevan años reclamando mejoras salariales, unas mejoras que parecen no llegar nunca y que dependen directamente de la otra parte, las aseguradoras. La doctora María Cordón, vocal de Médicos de Ejercicio Libre del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM), señala que “es cierto que los médicos reciben una cantidad realmente pequeña por cada consulta que no permite dedicar el tiempo y la profundidad necesaria en la actividad asistencial. Sin embargo, la política de la mayoría de las compañías de seguros de ir al gran volumen bajando el precio de las primas de seguro hace que el médico, el eslabón más débil de la cadena, acabe ‘pagando el pato’”.
Los baremos que marcan el precio de las consultas son los mismos desde hace más de 30 años. Desde UNIPROMEL, la asociación española de médicos de ejercicio libre, señalan que las compañías pagan como máximo 10€ en consultas de Atención Primaria y menos de 20€ en especialidades. Ante esto, la doctora Cordón hace hincapié en que es “es verdaderamente inaceptable que ni siquiera se recoja la subida del coste de la vida. Las compañías han querido cambiar volumen por precio y eso es válido hasta cierto punto, pero se está llevando esta política a unos límites inaceptables que hacen que el médico no pueda estar ejerciendo con garantías su trabajo”. No obstante, recalca que el problema no es solo que los baremos estén desactualizados, sino que, además “la compañía marque el tipo de asistencia que debe hacerse, como por ejemplo si se puede prescribir una prueba complementaria o cuántas visitas se pueden citar por proceso. Al final se le quita al médico su capacidad de decisión clínica”.
Como consecuencia del descontento de este colectivo de profesionales y de que la reunión para negociar los precios con las aseguradoras continúa siendo una utopía, los médicos de UNIPROMEL aseguran que, si no se sientan a negociar los precios de consulta, se romperán los contratos a partir del 1 de mayo. El ICOMEM está en contacto con las compañías aseguradoras para intentar llegar a un acuerdo, pero legalmente no puede entrar a negociar o intermediar en temas económicos. “Estamos en contacto con las compañías, conocen perfectamente lo delicada que es la situación”. No obstante, la doctora Cordón señala que, aunque “el Colegio de Médicos de Madrid no puede ni avalar ni frenar una huelga que es un derecho individual del médico, sí que apoya sin fisuras las exigencias de esta asociación que con rigor y valentía presenta unas reivindicaciones justas para el profesional”.