logo_medicina
Síguenos

Contar pasos o medir el tiempo de ejercicio, ¿qué es mejor para nuestra salud?

Investigadores de la Brigham and Women's Hospital (Reino Unido) han realizado un estudio, publicado en Jama Medicina Intera, en el que concluyen que ambas prácticas tienen beneficios equivalentes

Compartir
Contar pasos o medir el tiempo de ejercicio, ¿qué es mejor para nuestra salud?
Freepik

Por Juan García

27 de mayo de 2024

La regla de los 10.000 pasos al día o de 150 minutos de actividad física moderada a la semana son el estándar más extendido entre la población como pautas para realizar ejercicio físico. Pero ¿cuál de los dos es mejor? Esta es la pregunta principal que ha llevado a un grupo de investigadores de la Brigham and Women's Hospital (Reino Unido) a realizar un estudio para tratar alcanzar nuevas conclusiones sobre la prescripción de ejercicio físico. 

Está demostrado que la actividad física reduce el riesgo de contraer enfermedades crónicas e infecciones y promueve la longevidad. La realización de ejercicio es una prescripción de apoyo habitual que realizan los médicos para diversas patologías, sin embargo, la mayor parte de la evidencia existente sobre estos beneficios arrojaba hasta el momento pocos datos sobre la relación entre los pasos y la salud. Las pautas actuales de EE.UU., actualizadas por última vez en 2018, recomiendan que los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad física moderada (caminar a paso ligero) o 75 minutos de actividad intensa (trotar) por semana.

La investigación, publicada en Jama Medicina Interna, sugiere que tanto los objetivos de ejercicio basados en pasos como en tiempo se asocian de manera equivalente con menores riesgos de muerte prematura y enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, elegir un objetivo de tiempo o de pasos puede no ser tan importante como elegir un objetivo alineado con las preferencias personales. “Reconocimos que las pautas de actividad física existentes se centran principalmente en la duración y la intensidad de la actividad, pero carecen de recomendaciones basadas en pasos", ha señalado el autor principal Rikuta Hamaya, investigador de la División de Medicina Preventiva de BWH. "Dado que cada vez más personas utilizan relojes inteligentes para medir sus pasos y su salud general, vimos la importancia de determinar cómo se comparan las mediciones basadas en pasos con los objetivos basados en el tiempo”, afirma.

Los niveles más altos de actividad física (ya sea evaluados como recuento de pasos o tiempo en actividad moderada a vigorosa) se asociaron con grandes reducciones en el riesgo de muerte o enfermedad cardiovascular, siendo entre un 30% y 40% en las personas más activas. Los individuos en los tres cuartiles superiores de actividad física sobrevivieron a los del cuartil inferior en un promedio de 2,22 y 2,36 meses respectivamente, según mediciones de tiempo y pasos, a nueve años de seguimiento. Esta ventaja de supervivencia persistió independientemente de las diferencias en el índice de masa corporal (IMC).

Adaptar las recomendaciones a cada caso

Si bien ambas métricas son útiles para representar el estado de salud, Hamaya explica que cada una tiene sus ventajas y desventajas. Por un lado, es posible que el recuento de pasos no tenga en cuenta las diferencias en los niveles de condición física. Por ejemplo, si una persona de 20 y otra de 80 años caminan durante 30 minutos a intensidad moderada, el número de sus pasos puede diferir significativamente.

Por el contrario, los pasos son sencillos de medir y menos sujetos a interpretación en comparación con la intensidad del ejercicio. Además, los pasos capturan incluso movimientos esporádicos de la vida cotidiana, no solo del ejercicio, y este tipo de actividades de la vida diaria probablemente sean las que realizan personas mayores.

Por otro lado, el tipo de actividad que se realice también determina la idoneidad para ajustarse un parámetro u otro. Así, en los deportes en pista como el fútbol o el baloncesto, los pasos se pueden monitorizar fácilmente, pero cuando se trata de otras actividades como natación o ciclismo, se miden otras variables como las pulsaciones. “Por eso es importante que las pautas de actividad física ofrezcan múltiples formas de alcanzar los objetivos. El movimiento es diferente para cada persona, y casi todas las formas de movimiento son beneficiosas para nuestra salud", destaca Hamaya.

Los autores señalan que este estudio incorpora solo una evaluación única de métricas de actividad física basadas en el tiempo y los pasos. Además, la mayoría de las mujeres incluidas en el estudio eran blancas y de nivel socioeconómico más alto. Finalmente, este estudio fue observacional y, por lo tanto, no se pueden probar relaciones causales.



Te puede interesar
extremadura-nuevos-casos-nilo