Por Andrea Martín
19 de julio de 2024Llega el calor y lo primero en lo que pensamos es en cambiar la ropa del armario, pero hay un aspecto que no solemos tener en cuenta: nuestra dieta.
Nuestro cuerpo sufre una serie de cambios importantes que nos afectan física y emocionalmente durante la época estival. Para empezar, debe soportar temperaturas mucho más altas de lo habitual, y el organismo debe esforzarse por enfriarse y mantener una temperatura normal. Por ello, durante el verano, es aconsejable adaptar la alimentación para afrontar las altas temperaturas y la pérdida de sales minerales a través del sudor. “Es importante aumentar la ingesta de alimentos ricos en agua, como frutas y verduras, que no solo hidratan, sino que también aportan vitaminas y minerales esenciales. Además, es beneficioso consumir alimentos ricos en electrolitos, como plátanos (potasio), verduras de hoja verde (potasio y magnesio), productos lácteos (calcio), pescados y frutos secos (magnesio) y alimentos salados moderadamente (sodio y cloruro)”, explica Fernando Díaz-Pines, nutricionista y entrenador personal en Centro Creciendo Alicante.
Las verduras son uno de los alimentos más recomendables para la época estival, al igual que las frutas de temporada. De hecho, en verano, son muy variadas y sanas ya que aportan más agua al organismo, evitando la deshidratación. “Los mejores alimentos para consumir durante el verano incluyen frutas como sandía, melón, fresas y cítricos, debido a su alto contenido de agua y capacidad para hidratar el cuerpo. Las verduras como pepinos, tomates y lechugas también son excelentes opciones. Para combatir el calor, las bebidas frescas, infusiones y sopas frías como el gazpacho son recomendables, ya que ayudan a mantener el cuerpo hidratado y fresco”.
El verano es sin duda una época donde los excesos están a la orden del día. Sin embargo, es importante prestar atención a nuestra alimentación para no llegar a septiembre con kilos de más. Según explica Díaz-Pines, para comer bien en verano es fundamental beber abundante agua, optar por comidas frescas y ligeras que sean fáciles de digerir, incluir en todas las ingestas frutas y verduras de temporada, limitar el consumo de alimentos procesados, alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares y evitar el exceso de cafeína y alcohol ya que pueden contribuir a la deshidratación.
Además, para evitar coger los temidos kilos de más el especialista recomienda: