Así afecta el calor a los medicamentos: claves y consejos

Hasta 7.500 presentaciones comercializadas y dispensables en farmacia comunitaria (cerca del 50% de un total de 15.000) requieren una precaución especial durante las olas de calor, especialmente en los fármacos que deben conservarse en la nevera, como los medicamentos con indicación en el tratamiento de la diabetes o las vacunas.

Ante la previsión de un verano caluroso, desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) advierten de la necesidad de cumplir con las recomendaciones de uso y conservación de los medicamentos para que no pierdan su eficacia ni provoquen consecuencias en la salud de las personas.

Medicamentos y vacunas

En España hay comercializadas más de 1.000 presentaciones de medicamentos que deben conservarse en la nevera a una temperatura de entre 2 y 8 grados. Alrededor de 400 son dispensables en las farmacias comunitarias y el resto son de uso hospitalario. Para la conservación de este tipo de fármacos, según el Consejo General, es recomendable emplear una nevera portátil para transportarlos hasta casa y conservarlos a temperatura indicada, utilizándolos tan pronto como se hayan sacado del frigorífico, sobre todo en periodos cálidos.

El caso de las vacunas es el mismo. Se debe operar de la misma forma para no alterar su funcionamiento.

Desde el CGCOF recuerdan que el prospecto de los medicamentos incluye las recomendaciones para una correcta conservación del mismo. Por ello, aconsejan leerlo antes de utilizarlos. Aun así, insisten en que si quedan dudas, lo mejor es acudir a los expertos para evitar riesgos.

Pero las altas temperaturas no solo afectan a los fármacos, otros productos como las cremas, pomadas, geles, supositorios y óvulos también pueden verse alterados. En este sentido, desde el CGCOF indican que, en cremas o pomadas se puede producir una separación de fases en las que el medicamento cambia su aspecto, por lo que es importante detectar este fenómeno. Por ejemplo, en el caso de los óvulos o los supositorios, estos se pueden reblandecer, por lo que se recomienda dejar de utilizarlos.

Para el resto de medicamentos, hay estudios que demuestran que, aquellos fármacos que no requieren ninguna medida especial de conservación, no se degradan cuando son expuestos a temperaturas de 40 grados durante seis meses.

Medicamentos que pueden agravar los efectos del calor 

Los expertos señalan que hay ciertos fármacos que pueden agravar los efectos de las altas temperaturas. Algunos de ellos favorecen la deshidratación o la pérdida de electrolitos, como los diuréticos. Otros afectan a la funcionalidad del riñón, como es el caso de los antiinflamatorios.

También existen los que interfieren con los mecanismos de pérdida de calor de nuestro cuerpo, como los antihistamínicos o fármacos para el Parkinson. Asimismo, hay fármacos que pueden aumentar de forma directa la temperatura corporal, como los analgésicos tramadol o antipsicóticos para tratar la esquizofrenia.

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