Por Sergio Díaz
25 de octubre de 2024Este fin de semana, España ha ajustado los relojes al horario de invierno. En la madrugada del sábado 26 al domingo 27 de octubre, los relojes se retrasaron una hora, por lo que a las 03:00 horas eran las 02:00 horas. Este ajuste es parte del sistema de cambio horario que se realiza dos veces al año, en marzo y octubre, con el objetivo de aprovechar mejor las horas de luz natural.
Aunque este cambio es una medida común, muchos experimentan lo que podría describirse como una sensación de jet-lag, similar a la que se siente tras un largo vuelo. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), aunque nuestro cuerpo se adapta más fácilmente al horario de invierno que al de verano, el desajuste en el reloj biológico puede causar una serie de síntomas que afectan a la salud.
Los expertos aseguran que entre los principales efectos negativos del cambio de hora se encuentran el cansancio, la somnolencia, la falta de concentración, irritabilidad e incluso dificultades para conciliar el sueño, como el insomnio. También pueden aparecer dolores de cabeza, como migrañas o cefaleas. Estos síntomas no solo afectan el bienestar personal, sino también el rendimiento laboral, especialmente cuando la rutina diaria se ve alterada por la falta de luz natural.
La luz del sol es un factor clave para el correcto funcionamiento del reloj biológico. La falta de exposición a la luz natural, como ocurre en los meses de invierno, puede impactar en el estado de ánimo y la salud mental, contribuyendo a la fatiga y disminuyendo la productividad. La SEN estima que un 48% de la población adulta y un 25% de los niños en España no duermen lo suficiente o no logran un sueño de calidad. Este déficit de descanso repercute en diversas funciones corporales esenciales, como el apetito y la producción de hormonas, afectando el rendimiento físico y mental.
Existen varias estrategias que pueden ayudar a adaptarse mejor al nuevo horario y reducir los efectos negativos en la salud:
Los especialistas confían en que, realizando estas medidas, es posible minimizar los efectos del cambio horario y mantener una buena salud durante la temporada de invierno.