Abbott y Novo Nordisk ayudan a los pacientes a controlar su diabetes a través de una app

¿Alguien se acuerda de lo que comió el lunes pasado? La respuesta probablemente sea un no. Con esta situación conviven diariamente los pacientes con diabetes que son insulinodependientes, es decir, aquellos que necesitan administrarse insulina para mantener controlados los niveles de glucosa en sangre. ¿Hoy me he pinchado? ¿Y ayer? ¿Al final me pinché después de hacer ejercicio? ¿A qué hora? ¿Por qué me habrá subido hoy tanto el azúcar? ¿Me acordaré de comentarle a mi doctor de que ayer me sentía muy mareado y tenía sudores porque me bajó el azúcar? 

Todas estas incógnitas, que forman parte del día a día de miles de diabéticos en nuestro país, ya tienen una solución. Las compañías Abbott y Novo Nordisk han integrado dos tecnologías en una una app móvil que permite optimizar la medición de las glucemias y la dosificación de la insulina. Se trata de las plumas inteligentes NovoPen, de Novo Nordisk, y el sistema de monitorización flash de glucosa, de Abbott, que gracias a esta unión ahora se integran en la app FreeStyle LibreLink. Así ambas tecnologías proporcionan un seguimiento diario y hasta tendencias a medio plazo con las que el usuario puede ver una predicción de cómo van a estar sus niveles de azúcar en unas horas. 

El modus operandi es sencillo; tras inyectarse la insulina, el paciente coloca la pluma inteligente en la parte trasera del teléfono móvil, en el que ya está instalada la aplicación. En ese momento, y tras añadir los datos del tipo y la marca de insulina, los datos se trasfieren automáticamente a la aplicación y se almacenan hasta formar un informe sobre las dosis y la hora de administración. Estos informes, que aparecen en la aplicación, se pueden compartir con el profesional sanitario y los pacientes pueden anotar cuándo han hecho deporte o han ingerido determinado alimento. De esta forma, pueden tomar decisiones en función de los datos y asegurar que el profesional que realiza el seguimiento y control de su enfermedad sabe exactamente cuándo y cuánta insulina se han administrado hasta en un total de 800 inyecciones. 

El control glucémico de la mano de las tecnologías

El mal control glucémico mantenido se asocia con complicaciones crónicas de la diabetes que afectan a la retina o al riñón, producen infarto de miocardio, accidentes vasculares cerebrales, etc. Para prevenir esto, la educación diabetológica del paciente juega un papel esencial, tanto en la mejora del control glucémico como en la adherencia al tratamiento. “Cuando existe una buena adherencia y un buen manejo de la diabetes, la persona consigue vivir con su diabetes y no para su diabetes. La diferencia es más que importante”, explica Ruth Gaspar, enfermera educadora en diabetes del Hospital Universitario La Paz de Madrid. A pesar de todo, señala que la tecnología sin educación terapéutica “vale para muy poco. No es cuestión sólo de tener recursos, que es importantísimo, sino de conseguir que todo el mundo sepa utilizarlos y sacarles el máximo provecho”.

Las soluciones digitales son claramente beneficiosas para las personas con diabetes, de hecho, el director médico de Novo Nordisk, el doctor Francisco Pajuelo, indica que la gran esperanza en el manejo y control de esta patología pasa por el empleo de nuevas tecnologías. No obstante, para que estas lleguen a las manos de los pacientes y de los profesionales sanitarios, José María Barranco, director de Acceso al Mercado y Ventas de Abbott en España, hace hincapié en que “es muy importante que se lleven a cabo sinergias y colaboraciones entre los diferentes agentes del sector sanitario”.

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