El Gobierno crea un grupo de trabajo para abordar la salud sexual de los jóvenes

Coincidiendo con el Día Mundial de la Salud Sexual, el Ministerio de Sanidad junto con el Ministerio de Juventud e Infancia han puesto en marcha un grupo de trabajo con el objetivo de impulsar y coordinar las acciones para la educación integral y la autonomía afectiva y sexual de la juventud.

Según aseguran desde Sanidad en un comunicado, este nuevo grupo estará constituido por personas expertas del Instituto de la Juventud de España (INJUVE) del Ministerio de Juventud e Infancia y la División de Control de VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis (DCVIHT) de la Dirección General de Salud Pública y Equidad en Salud del Ministerio de Sanidad.

Desde el departamento que dirige Mónica García señalan que se ha registrado un aumento de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) en los últimos años entre las personas jóvenes. Desde Sanidad lo achacan a “un relajamiento en la toma de medidas de protección durante los encuentros sexuales” provocado por “una menor percepción de la presencia estas enfermedades, sumada a la aparición de nuevos tratamientos contra enfermedades como el VIH”.

A esto se suman los nuevos hábitos sexuales de la población joven, con relaciones a edades cada vez más tempranas, y la falta de una educación sexo-afectiva especialmente diseñada para este grupo de población. Esta situación, según subrayan desde el Ministerio, requiere de la puesta en marcha de acciones y estrategias coordinadas que promuevan la salud sexual entre la población joven.

El nuevo grupo de trabajo se plantea con la necesidad de realizar un abordaje intersectorial, donde tanto las instituciones como la sociedad civil sumen fuerzas para generar espacios y mecanismos de coordinación. 

El Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Juventud e Infancia consideran imprescindible un nuevo paradigma de relaciones basado en el respeto, la empatía, el disfrute común y la libertad, sin dominaciones ni opresiones. 

La salud sexual, según señalan desde el Ministerio, implica consecución de un bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad, y para lograrlo es necesario que los derechos sexuales de las personas se reconozcan y garanticen. Así el desarrollo de una buena salud afectivo-sexual supone que la totalidad de las personas jóvenes y adolescentes puedan desarrollar y reconocer su identidad sexual y practicar sus relaciones afectivas y su sexualidad en libertad y con absoluto respeto a los deseos e identidad del prójimo. Todo ello requiere de un contexto educativo y social transformador que apoye esta clase de relaciones igualitarias.

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