Por Virginia Delgado
2 de octubre de 2024Con la finalidad de “proporcionar vida a los años y no años a la vida”, el Ministerio de Sanidad está trabajando en impulsar un envejecimiento saludable, con calidad de vida y dignidad.
Para ello, entre otras iniciativas, está actualizando el plan de prevención de caídas en personas mayores, que se inició en 2014. Su finalidad es identificar, tanto en el ámbito sanitario como en otros lugares de la comunidad, a los hombres y mujeres con más 70 años para ofrecerles la ayuda necesaria y prevenir posibles lesiones. “Se busca reforzar los sistemas de promoción de la salud y prevención con el objetivo de no sobrecargar los sistemas sanitarios”, han señalado desde Sanidad.
En España, las mujeres viven una media de 88 años y los hombres, 83. Sin embargo, a partir de 65, solo la mitad tiene buena salud, por lo que a partir de esta edad aumenta su atención médica y cuidados. “Esta diferencia entre la esperanza de vida total y la de con buena salud supone un reto para el sistema sanitario, que debe adaptarse para atender las necesidades de una población que envejece”, han añadido desde el ministerio.
Según estudios recientes, el 18% de las personas mayores de 65 años padece fragilidad. Un porcentaje que varía según el entorno. Así, un 45% vive en residencias o se encuentra en hospitales y un 12%, en comunidad. “La fragilidad está estrechamente relacionada con la edad. A medida que envejecemos, aumenta su prevalencia; entre un 2,5% y un 6% en personas de 70 a 75 años, y hasta un 38% en mayores de 85 años. Aunque el envejecimiento es un factor clave, la fragilidad no es inevitable. Podemos tomar medidas para prevenirla, identificarla a tiempo y, en muchos casos, revertirla”, han explicado desde el Ministerio de Sanidad.
Las personas frágiles requieren más atención médica y social, lo que supone un coste para el sistema sanitario. Se estima que el anual por cada una de ellas es de 2.500 euros, el doble que el de una persona mayor sin fragilidad. “Abordar la fragilidad es crucial no solo para mejorar la calidad de vida de este colectivo, sino también para asegurar la sostenibilidad del sistema de salud”, ha concluido el departamento que dirige Mónica García.