Por Medicina Responsable
5 de agosto de 2024Tras el fallecimiento de un hombre de 74 años por haber contraído la fiebre hemorrágica Crimea-Congo a través de la picadura de una garrapata, la directora del centro de formación CEDESAM de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), María José Notario, ha advertido sobre el incremento de estos artrópodos y las enfermedades que pueden transmitir. "Principalmente se debe a cambios climáticos, ahora tienen un ciclo biológico más amplio y eso afecta a la cantidad de individuos", ha explicado.
En declaraciones a Europa Press Televisión, la experta ha señalado que en España predominan principalmente dos especies de garrapatas: Ixodes, que transmite la enfermedad de Lyme, y Hyalomma, que transmite la fiebre de Crimea-Congo. Asimismo, ha precisado que, aunque no siempre transmiten algún patógeno, "la picadura de cualquier garrapata puede llevar a una infección por su forma de picar".
Notario ha afirmado que las Administraciones públicas están realizando esfuerzos en esta materia, como la publicación del Plan Nacional de prevención, Vigilancia y control de Enfermedades Transmitidas por Vectores, que incluye una parte dedicada a las garrapatas. Además, ha destacado la existencia de proyectos de investigación, como el proyecto GARES, "fundamentales para tener la base con la que poder ejercer una vigilancia entomológica y un control sobre las poblaciones".
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha lanzado un listado de recomendaciones sobre la protección ante garrapatas que advierte sobre la importancia de tomar distintas medidas preventivas y usar repelente de forma adecuada para evitar todo tipo de consecuencias negativas.
Sanidad ha alertado de que la mejor forma de prevenir las enfermedades transmitidas por garrapatas es evitar la picadura. De este modo, ha aconsejado vestir ropa adecuada, como camisas y pantalones largos de color claro y usar calzado cerrado con calcetines. Además, ha indicado pasar poco tiempo en hábitats potencialmente infestados de garrapatas, andar por la zona central de los caminos para evitar el contacto con la vegetación y evitar sentarse en el suelo en zonas con vegetación.
Tras un posible contacto con garrapatas, la AEMPS ha enumerado también las pautas que deben seguirse. En primer lugar, revisar bien todo el cuerpo para detectar la presencia de alguna garrapata y prestar especial atención a las axilas, ingles, cabello, ombligo, zona posterior de las orejas y alrededor de la cintura, donde suelen engancharse los artrópodos.
En caso de encontrar alguna adherida al cuerpo, debe ser extraída lo antes posible, preferentemente por un profesional sanitario. Si en los días siguientes a la picadura se observan síntomas, se debe buscar atención médica notificando la picadura de garrapata. Asimismo, la ropa debe ser lavada con agua caliente.
Los repelentes de uso humano son una medida eficaz para la prevención, y son productos biocidas del tipo de producto 19, que se aplican sobre piel expuesta y repelen al artrópodo, pero no lo matan. Debe contar con una autorización para su comercialización, que figurará en el etiquetado a través del número de registro y será emitida por la Dirección General de Salud Pública y Equidad en Salud del Ministerio de Sanidad o por la AEMPS.
Para garantizar la eficacia del producto biocida hay que seguir siempre las instrucciones de uso del fabricante. Las principales sustancias activas con eficacia probada que se usan en estos repelentes son DEET, IR3535, icaridina o citriodiol. En caso de usar fotoprotector, se debe aplicar primero este, dejar secar y después aplicar el repelente. Para su uso en niños, el producto deberá ser aplicado por un adulto.
Las garrapatas son artrópodos que actúan como parásitos alimentándose de la sangre de los animales, incluido el ser humano, y viven en el suelo, normalmente ocultas entre la hierba o los arbustos. Cada especie tiene diferentes preferencias de hábitat. En España existe una gran diversidad de especies de garrapatas, que se distribuyen de manera desigual dependiendo de factores como el clima y la presencia de hospedadores para completar su ciclo vital.
Algunas garrapatas pueden estar infectadas con organismos patógenos, que son transmitidos durante el proceso de ingestión de sangre. Por ello, si están infectadas pueden transmitir enfermedades como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, fiebre exantemática mediterránea o enfermedad de Lyme entre otras.