Por Virginia Delgado
6 de agosto de 2025La formación de piedras en el riñón o litiasis urinaria afecta al 10% de la población y es, actualmente, el tercer motivo de consulta en Urología.
Esta patología, también conocida como cálculos renales, se produce cuando hay una acumulación de calcio, otros minerales o sales en el riñón o en la vía urinaria. Un acopio que se origina cuando perdemos líquidos del cuerpo.
En verano sudamos más y los casos de litiasis urinaria llegan a aumentar hasta un 40%, por lo que los expertos recomiendan hidratación. “Hay que beber abundante agua, pero también otro tipo de líquidos, como sopas, infusiones o zumos. La prevención a través de la hidratación es lo más importante, y no sólo en verano, aunque por motivos obvios relacionados con la temperatura, esta problemática sea más habitual en época estival”, explica a Medicina Responsable el doctor Salvador Esquena, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitari General de Catalunya.
Las piedras en el riñón varían de tamaño. Pueden tener desde la medida de un grano de arena hasta la de una piedra de proporciones considerables. Respecto a su evacuación, se pueden expulsar del cuerpo de manera natural a través de la orina. “Para ello, se aconseja una ingesta abundante de agua”, añade el doctor Esquena. Un remedio que no es suficiente cuando se quedan en el riñón o se desplazan por el tracto urinario, quedándose atascadas. “En este caso, bloquean las vías urinarias y causan el doloroso cólico nefrítico. La manifestación sintomática más frecuente es un dolor brusco, repentino e intenso”, subraya el urólogo.
Aun así, los cálculos renales no siempre se detectan cuando se ha manifestado la molestia, se pueden hallar de forma casual mediante pruebas radiológicas o a partir de una sepsis urinaria, que es una infección que causa dolor, malestar general y fiebre.
Respecto al tratamiento, los especialistas eligen uno u otro dependiendo del tamaño, la localización y la composición de las piedras. Así, si son pequeñas se indica beber muchos líquidos y llevar una dieta equilibrada, limitando el uso de sal y la ingesta de carne ricas en proteínas.
“Como tratamiento definitivo existen dos opciones; mediante su fragmentación de forma externa con litotricia por ondas de choque o en quirófano accediendo a la vía urinaria (uréter o riñón) con endoscopia. Por último, se puede hacer prevención recidiva mediante la corrección de los trastornos metabólicos de base, si existen como elevación del ácido úrico en sangre u orina o excreción en exceso de calcio en orina”, explica el doctor Salvador Esquena