Por Andrea Martín
7 de diciembre de 2023La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado nuevos datos que muestran los bajos impuestos que los países aplican productos poco saludables como el alcohol y las bebidas azucaradas. Cada año mueren en el mundo 2,6 millones de personas a causa del consumo de alcohol y más de ocho millones a causa de una dieta poco saludable. Por ello, la organización reclama a los países que aumenten los impuestos sobre estos productos para así “reducir el número de muertes”.
Para la organización, estos resultados ponen de relieve que "la mayoría de los países no están utilizando los impuestos para incentivar comportamientos más saludables". Además, la mitad de los países que aplican impuestos a las bebidas azucaradas también gravan el agua, algo que no recomienda la OMS. Aunque 108 países gravan algún tipo de bebida azucarada, el impuesto especial, un impuesto designado para un producto de consumo específico, representa sólo el 6,6% del precio de dichas bebidas.
Al menos 148 países han aplicado impuestos especiales a las bebidas alcohólicas a nivel nacional. Sin embargo, el vino está exento de impuestos especiales en al menos 22 países, la mayoría de ellos de la región europea. A escala mundial, la proporción de los impuestos especiales en el precio de la marca de cerveza más vendida es, en promedio, del 17,2% y para la marca más vendida de bebidas destiladas es del 26,5%.
Un estudio de 2017 mostró que los impuestos que aumentan los precios del alcohol en un 50% ayudarían a evitar más de 21 millones de muertes en 50 años y generarían casi 17 billones de dólares en ingresos adicionales. "Gravar los productos poco saludables genera poblaciones más sanas. Tiene un efecto dominó positivo en toda la sociedad. Se producen menos enfermedades y aumentan los ingresos para que los gobiernos presten servicios públicos. En el caso del alcohol, los impuestos también ayudan a prevenir la violencia y las lesiones por accidentes de tráfico", afirma el doctor Rűdiger Krech, director de Promoción de la Salud de la Organización Mundial de la Salud.
Países como Lituania, que aumentaron el impuesto sobre el alcohol en 2017 para reducir el consumo, han logrado disminuir las muertes por enfermedades relacionadas con este producto. En concreto, Lituania aumentó los ingresos por impuestos sobre el alcohol de 234 millones de euros en 2016 a 323 millones de euros en 2018 y observó cómo las muertes relacionadas con el alcohol disminuyeron de 23,4 por cada 100 000 personas en 2016 a 18,1 por cada 100 000 personas en 2018.
“Las investigaciones demuestran que gravar el alcohol y las bebidas sin alcohol ayuda a reducir el consumo de estos productos y da a las empresas una razón para fabricar productos más saludables. Al mismo tiempo, los impuestos sobre estos productos ayudan a prevenir lesiones y enfermedades no transmisibles como el cáncer, la diabetes y las cardiopatías”, señalan desde la OMS.