Marta Díaz sufre un accidente de esquí y se rompe el ligamento cruzado

“Lo que iba a ser un viaje increíble se ha convertido en una pesadilla”. Así explica la influencer Marta Diaz sus últimas vacaciones que, el primer día, terminaron siendo una tragedia. Y es que la conocida influencer sufrió un accidente “muy fuerte”, mientras se encontraba en los Alpes, que ha terminado con una rotura en el ligamento cruzado y con un billete urgente de vuelta a España. Una situación que, según ha explicado en sus redes sociales, "ha sido la gota que colma el vaso en un año horrible y psicológicamente muy doloroso".

La creadora de contenido arrancó sus vacaciones, junto a sus amigos, en las pistas de esquí para realizar uno de los deportes más populares en estas fechas. Sin embargo, mientras esquiaba sufrió una caída por la cual tuvo que ser trasladada en camilla con la pierna inmovilizada. “Me he roto el ligamento cruzado, muy probablemente necesite operación, no sabéis la impotencia y la tristeza que tengo ahora mismo. Me voy de urgencia a España, con mucho dolor y angustia, os iré informando”.

Que es la rotura del ligamento cruzado

La rotura del ligamento cruzado es una lesión muy frecuente, sobre todo en deportes de contacto y que impliquen giros bruscos de la rodilla. Según explica el director médico de Medicina Responsable, Pedro Gargantilla, “el ligamento cruzado es una banda de tejido resistente que conecta el hueso del fémur con la tibia, en la articulación de la rodilla. Su principal función es estabilizar la articulación y proporcionar el control adecuado durante los movimientos”. Una lesión del ligamento cruzado puede ocurrir debido a movimientos bruscos, torsiones o impactos imprevistos en la rodilla, en concreto, cuando se gira la rodilla repentinamente mientras el pie se queda fijo en el suelo. “Por este motivo, los deportes de contacto y los movimientos repentinos de cambio de dirección son las causas más comunes de su lesión”.

Actualmente, la rotura del ligamento cruzado tiene un muy buen pronóstico y una magnífica recuperación. Entre los síntomas más comunes de esta lesión se incluyen dolor, hinchazón en la rodilla y dificultad para caminar. Normalmente, el tratamiento precisa de una cirugía para reparar o reconstruir el ligamento y, posteriormente, una rehabilitación postoperatoria y la terapia física. “Estos últimos pasos juegan un papel fundamental en la recuperación total”, concluye Gargantilla.

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