Por Andrea Martín
16 de noviembre de 2023Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH) han logrado imprimir, por primera vez, una mano robótica con huesos, ligamentos y tendones mediante una nueva técnica. Esto permitirá imprimir en 3D robots más complejos y duraderos a partir de una variedad de materiales de alta calidad de una sola vez.
Hasta ahora la impresión 3D se limitaba a los llamados plásticos de curado rápido, que producían piezas de gran dureza. Ahora, los científicos han logrado adaptar la tecnología para poder imprimir plásticos de curado lento mucho más elásticos y robustos.
Las impresoras 3D producen objetos capa por capa e, inmediatamente, cuando se creaba una capa, una lámpara de UV la curaba. Por ello, era necesario que, tras haber realizado el proceso de curado, un dispositivo raspara las irregularidades de la superficie. Ahora, la nueva tecnología agrega un escáner láser que, al tratarse de un curado lento, verifica en cada capa cuando se produce una irregularidad imprimiendo, a tiempo real, una capa que compense estas irregularidades con precisión. Esto significa que en lugar de suavizar las capas irregulares raspándolas tras el curado, la nueva tecnología simplemente tiene en cuenta las irregularidades al imprimir la siguiente capa y se adapta. Además, esta nueva tecnología puede combinar materiales blandos, elásticos y rígidos para crear estructuras delicadas y piezas con todo tipo de cavidades, lo que ofrecerá enormes posibilidades para el desarrollo de la robótica blanda.
Este hallazgo, publicado en la revista Nature, es un trabajo colaborativo entre la Universidad Politécnica de Zúrich y la tecnológica Inkbit, una empresa emergente líder en impresión 3D creada por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). "Con los plásticos de curado rápido que utilizábamos hasta ahora no habríamos podido hacer esta mano", explica Thomas Buchner, profesor de robótica de la ETH Zúrich. “Ahora utilizamos plásticos de curado lento ya que tienen propiedades elásticas y vuelven a su estado original mucho más rápido, después de doblarse, que los anteriores. Por ello, son ideales para producir los ligamentos elásticos de la mano robótica”.
Esta investigación abra la puerta al desarrollo de estructuras protésicas mucho más manejables.