Humedad y esmaltes, elementos que favorecen la aparición de hongos en las uñas

Se acerca el verano y con él la temporada de chanclas, sandalias y pies al aire. Todos queremos lucir unos pies bonitos, pero ¿qué hacemos si nos aparecen los antiestéticos hongos en las uñas? Aunque para muchos utilizar esmalte de uñas para taparlos puede ser una opción, los dermatólogos no lo aconsejan. ¿Y utilizar zapatos cerrados todo el verano? Tampoco es la mejor alternativa si no transpiran correctamente. 

La onicomicosis, así se denomina esta afección, es una infección por hongos que puede causar engrosamiento de las uñas, cambio de coloración, descamación y hasta un despegamiento o deformidad de la lámina ungueal, la capa que nos protege de las presiones externas. De acuerdo con la doctora Irene Latour, especialista en dermatología en el Hospital Universitario del Vinalopó, “uno de los factores que más influye en su aparición es la sudoración, la mala higiene o las zonas húmedas, siendo los pies los más susceptibles. Además, el verano es la época más frecuente para su aparición”.

Además del ambiente húmedo, existen otros factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar este problema. Los microtraumatismos causados por los zapatos y la presión de las medias y calcetines, algunas enfermedades como la diabetes o la psoriasis y algunas actividades deportivas. 

¿Cómo se tratan los hongos?

El tratamiento de esta infección se basa en la combinación de antimicóticos tópicos, como lacas o barnices de uñas, y orales, ya que los barnices por sí solos es difícil que consigan una curación completa y duradera. El tratamiento oral suele extenderse de tres meses a un año y siempre se debe seguir bajo supervisión médica. “Además, se vuelve fundamental corregir los factores que se puedan detectar a nivel individual, que puedan favorecer la aparición de los hongos”, explica el doctor Javier Concheiro, especialista en dermatología en los hospitales Ribera Polusa y Ribera Povisa. Para Concheiro, “aunque puede llegar a desprenderse la lámina afectada o incluso ser necesario la extirpación de la misma, lo habitual es que se produzca un recambio gradual, creciendo de manera sana lentamente (de 0.25 a 0.75 mm al mes) hasta recambiarse completamente”.

Pautas para prevenir su aparición

Existen una serie de pautas que recomiendan los profesionales para evitar la aparición de hongos en las uñas, como secar bien la piel y la zona entre los dedos después de los baños y duchas, cambiar los calcetines todos los días y dejar secar el calzado húmedo. “También se recomienda rotar con frecuencia el calzado, para evitar restos de humedad en su interior, utilizar medidas protectoras como chanclas o sandalias en lugares con calor y agua como vestuarios o piscinas”, indica el doctor Concheiro. 

Por otro lado, no es recomendable compartir utensilios de manicura, ya que son una de las posibles causas de contagio. Tal y como explica la doctora Latour, “si se acude a salones de belleza hay que exigir que el material esté completamente desinfectado. Además, se deberían utilizar limas de uso personal e individual”. En cuanto al esmalte, por sí solo no produce la infección, aunque “puede ser un problema si en un salón de belleza se utiliza un esmalte en una persona con hongos y seguidamente se le aplica a otra persona sin hongos”, subraya la dermatóloga.

Las uñas sanas tienen una función protectora de la falange de los dedos, mejorando también la precisión de ciertos movimientos. Además, pueden ser reflejo de otras enfermedades, como la cirrosis hepática, enfermedades renales, psoriasis etc., cuando su aspecto habitual está alterado. Por ello, cuidarlas es esencial para mantener una buena salud.

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