Por Gema Puerto
10 de enero de 2023Nadie quiere pensar en ello, pero “haberlos haylos”. Millones de microorganismos que se desplazan por las superficies de nuestro cuerpo y nuestra boca a diario, unos beneficiosos y otros perjudiciales. Sin embargo, apenas sabemos cómo se desplazan.
Gracias a un estudio de investigadores de la Universidad de Hawái, publicado en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), se puede observar el movimiento de comunidades de bacterias y hongos en la saliva de niños con severos problemas dentales. En concreto, encontraron dos microorganismos clave: la bacteria Streptococcus mutans y el hongo Candida albicans. Estas comunidades simbióticas no estaban presentes en la saliva de niños con dientes más sanos.
La investigación revela algo inédito: en contra de lo que se pensaba (se asumía que las bacterias y los hongos en los dientes simplemente se juntaban en un sitio) las comunidades de S. mutans y C. albicans ejecutaban movimientos complejos organizándose de un modo peculiar: las bacterias se amontonaban juntas en el núcleo de la comunidad, mientras que las células del hongo, de forma mucho más alargada, se colocaban en el exterior e impulsaban la agrupación a medida que ésta crecía, funcionando como unas patas del grupo entero.
Como se ve en las imágenes mostradas en el estudio, las patas delanteras de la formación parecían andar o saltar, mientras que las traseras permanecían fijas en la superficie sobre la que estuviera el grupo de microorganismos; este patrón parecía dirigir el crecimiento en una dirección. Si dos colonias se encontraban, se fusionaban la una con la otra.