Por Virginia Delgado
26 de marzo de 2025En la mayor parte de los embarazos, en la semana 36, el feto ya ha adoptado su posición definitiva. La colocación habitual es la de la cabeza situada hacia la pelvis de la madre, pero puede darse el caso de que el bebé esté de nalgas.
Cuando sucede esto (se da en el 4% de las gestaciones) se habla de “presentación podálica”, una postura que puede darse porque la madre presente malformaciones uterinas, miomas, alteraciones en la pelvis, placenta previa, oclusiva o marginal, multiparidad o porque haya un aumento de líquido amniótico. También porque el bebé tenga un peso bajo, anomalías congénitas (como el síndrome de Down) o registre poca movilidad.
La posición de nalgas no tiene por qué desencadenar en un parto por cesárea. “Para la madre, el vaginal no supone ningún riesgo adicional comparado con uno en cefálica. En lo que respecta al bebé, existe un mayor riesgo de lesiones, especialmente en la cabeza, cuello y médula espinal, así como más posibilidades de instrumentación o manipulación para extraer la cabeza”, explica a Medicina Responsable el doctor Juan José López Galián, jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José.
Antes de tomar una decisión, el ginecólogo valora una serie de circunstancias, como la existencia de un parto vaginal previo, las características de la pelvis, la edad de la madre, el peso del bebé y la actitud de su cabeza. “El parto vaginal estaría indicado en casos con un crecimiento intrauterino normal y un peso fetal inferior a 4 kg. En lo que respecta a las dimensiones y morfología de la pelvis materna, sería suficiente una valoración clínica para determinar una adecuada proporción feto-pélvica. Finalmente, en lo que referente al tipo de presentación y a la actitud de la cabeza fetal, solo en caso de presentación de nalgas puras o completas, es decir, que los pies se encuentren a la altura de los hombros o que el feto esté sentado con las rodillas flexionadas, y siempre que el cuello no esté hiperextendido más de 90o, podría intentarse”, señala el doctor López Galián.
Durante el embarazo, se puede lograr que el bebé cambie de posición con un procedimiento obstétrico llamado Versión Cefálica Externa (VCE), en el que se aplica presión y se realizan maniobras sobre el abdomen materno. En los casos en los que no esté recomendada esta técnica o resulte fallida, el profesional ha de decidir si el parto debe producirse por vía vaginal o cesárea.
Doctor Juan José López Galián, jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José.