¿Comes mucho arroz blanco? Cuidado, aumenta el riesgo de sufrir diabetes tipo 2

Arroz con pollo, con bacalao, con verduras, caldoso, con curry… Hay cientos de recetas diferentes. Ya sea como elemento principal del plato o como acompañamiento, lo que es indudable es que es uno de los alimentos más consumidos en nuestro país. Sin embargo, no es tan saludable como parece.  Una investigación publicada en la revista científica The British Medical Journal (BMJ), ha confirmado que su consumo en exceso está asociado a un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2. 

Los investigadores han analizado 19 estudios previos que se habían realizado con el fin de analizar los efectos de la ingesta de arroz y concluyeron que, además de aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, “reemplazar el arroz blanco con arroz u otros granos integrales es una opción asequible y para mejorar la calidad de la dieta y ayudar a reducir el riesgo de esta enfermedad.  “El arroz blanco, como todos los cereales blancos, elevan los niveles de glucosa y por esa razón se aconseja consumir cereales integrales que no lo elevan o lo hacen de forma más suave”, explica la dietista-nutricionista María del Mar Silva. 

Y es que el arroz blanco es un cereal refinado, es decir, se ha eliminado la capa de salvado que lo recubre de manera natural, para que sea más fácil de cocer, pero eliminando esa capa se reducen los minerales y la fibra que contiene. Además, “tiene muy pocas propiedades”, añade Silva, “fundamentalmente es energético, aunque posee minerales como calcio”. Por ello, una vez consumido, los carbohidratos que tiene se descomponen en azúcares simples que pasan a la sangre rápidamente, lo que aumenta esos niveles de glucosa. Para compensar este aumento, el páncreas genera insulina y es cuando se somete a este órgano a sobreesfuerzos que incrementa el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Principalmente por dos motivos, porque deja de generar insulina o porque se crea una resistencia a la misma. 

Comer menos arroz blanco

“El gusto es algo que es educable, si una persona está decidida a controlar los niveles de glucosa que consume, tendrá que pasarse al arroz integral”, indica la nutricionista. Además, “al final hay que reducir los cereales no integrales” porque en muchas ocasiones se consume arroz integral, pero, por ejemplo, la pasta y el pan no lo son. Hay que acomodar el consumo en todos los aspectos. 

Entonces, ¿cuál es el consumo adecuado de arroz blanco? “El mínimo posible”, sentencia Silva, “en casa tenemos que intentar que sea integral. Evidentemente hay preparaciones que resultarían muy extrañas con arroz integral, como la paella o el arroz a la cubana que, aunque se podría hacer perfectamente, se entiende que se hagan con blanco”. Aun así, insiste que hay que apostar por lo integral siempre, ensaladas o verduras rellenas se pueden hacer con este cereal. Además, el consumo adecuado también dependerá del ejercicio que hagas, “si haces poco ejercicio, mejor que te pases a los integrales”, concluye la nutricionista. 

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