
Por Clara Arrabal
10 de diciembre de 2025Los polémicos audios de Pablo Gallart Gaspar, el que ya es ex CEO de Ribera Salud, han desatado toda una oleada de reacciones en el sector sanitario y sociosanitario de España. Y también en el Ministerio de Sanidad. Desde que saliera a la luz que, presuntamente, el Hospital de Torrejón de Ardoz selecciona a unos pacientes y rechaza a otros para ganar más beneficio, los modelos de concesiones y colaboraciones entre las gestoras privadas y la red pública sanitaria han sido cuestionados por decenas de profesionales, entidades y administraciones.
Sin ir más lejos, el Ministerio de Sanidad ha elaborado un informe en el que alerta de la creciente dependencia del Sistema Nacional de Salud (SNS) de centros sanitarios de gestión privada. "La colaboración ha pasado de ser un recurso excepcional para convertirse en una práctica estructural, lo que implica desviar una parte creciente del presupuesto público a empresas cuya lógica responde al beneficio, no al interés general", sostiene el comunicado. Además, argumenta que, entre otros aspectos, el número de hospitales privados integrados en la red pública se ha duplicado, que su gasto en la última década constituye la subida más importante del sistema hospitalario, o que la sanidad pública asume el 95% de los tratamientos más costosos, "mientras que la privada tiende a la atención selectiva".
Ante esto, las principales empresas e instituciones del sector también se han pronunciado, a través de la Fundación IDIS, el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad. "Se considera imprescindible la colaboración entre los sectores público y privado, como un pilar esencial de la sostenibilidad del sistema sanitario, especialmente en un contexto de creciente demanda asistencial, avance tecnológico, cronicidad y necesidad de resolver inequidades en el acceso", ha explicado. Y añade: "El sistema público, como apunta el informe publicado por el Ministerio de Sanidad, por sí solo, no puede absorber toda la presión asistencial derivada del envejecimiento, la cronicidad y el incremento de la complejidad clínica".
El informe del Ministerio ha concluido que el modelo mixto fomenta algunos riesgos estructurales como la fragmentación de la red asistencial, las brechas salariales y laborales del personal, el posible sobrecoste y la escasa trazabilidad en facturación o la atención selectiva por parte del sector privado. "Aunque el sistema público sigue siendo el principal garante del derecho a la salud, la tendencia actual debilita los principios fundacionales del SNS", afirma. Y recomienda reforzar los mecanismos de auditoría y control, exigir a los centros concertados la publicación de los indicadores clínicos y, sobre todo, "promover la gestión pública directa como la opción preferente de prestación de servicios sanitarios para unos mejores resultados en salud y un control óptimo de los recursos públicos".
Por su parte, Fundación IDIS, sostiene que la eficacia de este modelo está más que demostrada y subraya que a menudo se utiliza como un elemento de confrontación. "El futuro del sistema no puede basarse en debates ideológicos sino en la búsqueda de los mejores resultados en salud, con independencia de quién preste el servicio, situando al paciente en el centro de todas las prioridades", sostiene.
Además, ha explicado que el papel de este modelo simboliza una contribución clave en la accesibilidad, innovación y continuidad asistencial, y que "cualquier intento de limitar de forma generalizada la colaboración público-privada supondría un retroceso" asistencial, económico y organizativo, y "podría tener un impacto directo en el acceso a la atención sanitaria de los ciudadanos", afirma.
Por último, recuerda que el sector privado registra el 29,7% de las altas (22,9% en 2011), atiende el 33,6% de las urgencias (20,5% en 2011) y realiza el 41,6% de las intervenciones quirúrgicas (29% en 2011), contribuyendo así con la descarga del sistema público, reduciendo listas de espera y mejorando los tiempos de acceso a diagnósticos y tratamientos; por lo que aboga por generar modelos de colaboración con marcos estables, predecibles y claros que aporten confianza a todas las partes implicadas.