Paralizado el acuerdo entre el SAS y el Consejo Andaluz de Farmacéuticos para incentivar los genéricos

El presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof), Antonio Mingorance, ha anunciado que el pacto con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG) para incentivar la dispensación del principio activo (medicamentos genéricos) no seguirá adelante por "falta de unanimidad”. Según ha explicado Mingoranze a través de un comunicado a los presidentes de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Andalucía, “esa falta de unanimidad ha sido sobrevenida, y no responde al voto emitido por parte de los presidentes de todos los Colegios y restantes miembros del Comité Ejecutivo en la reunión celebrada en Granada el pasado 29 de enero de 2024”. 

La medida contemplada en dicho acuerdo obligaba a las farmacias a “devolver” el 5% de las ventas de este tipo de medicamentos al SAS, a través del Cacof, y en el caso de los laboratorios, el 10% del incremento de sus ventas, siempre que se asegurasen alcanzar el 3,5%. Según Mingoranze, este acuerdo ayudaba a “mantener alta la prescripción por Principio Activo (PPA) en Andalucía, ya que, además de ser uno de los grandes retos de la Administración Sanitaria andaluza, beneficia a los pacientes y también a las farmacias, las cuales mantienen su capacidad de elección, permitiéndoles una gestión razonable del stock, que amortiguaría el posible impacto de ese 5%, incluidas las farmacias más pequeñas”.

La eliminación de la subasta de medicamentos, el inicio de todo

En el año 2020, el Gobierno de la Junta de Andalucía, presidido por el popular Juanma Moreno, eliminó del sistema de salud regional la subasta de medicamentos, una medida que introdujo el gobierno socialista en el año 2012. Este sistema es un procedimiento público de adquisición de fármacos genéricos, basado en una puja previa, en la que participan los laboratorios que compiten por un contrato para proveer a la administración de un medicamento. Mediante este procedimiento, cuando los médicos recetan un principio activo, el farmacéutico está obligado a dispensar el genérico del laboratorio firmante del convenio con la administración.

Una de las razones por las que el ejecutivo andaluz suprimió esta medida era para que los ciudadanos pudieran “acceder al medicamento que necesiten, en función del criterio de sus doctores y no por ahorro ni por miedo a ser penalizados”. Sin embargo, esta decisión provocó que la receta de principios activos, es decir, de medicamentos genéricos, por parte de los médicos se redujera del 96% al 87% y que el gasto farmacéutico en la región creciera un 30%.

Con la firma de este acuerdo, el SAS pretendía mejorar estas cifras a través del incentivo de medicamentos genéricos, pero la medida no satisfacía a todos. La patronal farmacéutica de la comunidad autónoma, la Confederación Empresarial de Oficinas de Farmacia de Andalucía (Ceofa), ya se manifestó “rotundamente” en contra de esta medida por creer que “no se ajusta a derecho debido a que vulnera la ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento, que es de carácter básico y obligado cumplimiento por las Comunidades Autónomas”. 

Medicina Responsable se ha puesto en contacto con uno de los principales laboratorios de genéricos del país y, aunque aseguran que no pueden posicionarse por “no disponer del acuerdo original del SAS”, aseguran que toda medida que fomente la dispensación del Principio Activo “sin perjudicar al paciente” y sin apretar los márgenes de los propios laboratorios, es positiva, ya que ayuda a reducir los costes de las administraciones y a solucionar uno de los mayores problemas que tiene el Sistema Nacional de Salud: el desabastecimiento de medicamentos. No obstante, creen que tanto el SAS como el Cacof deberían haber contado con los laboratorios que producen medicamentos con marca propia, “a quienes han dejado fuera”. 

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