Por Sergio Díaz
27 de noviembre de 2024La Administración Biden ha anunciado un plan en el que los seguros de salud pública cubrirían medicamentos para la pérdida de peso como Ozempic o Wegovy. Estos fármacos, basados en semaglutida (medicamento antidiabético), son reconocidos por su efectividad en el tratamiento de la obesidad, pero su alto coste, que ronda los 1.000 dólares mensuales, ha limitado su acceso para gran parte de la población.
La medida beneficiaría a alrededor de 7.5 millones de personas a través de los programas Medicare y Medicaid, que ofrecerían subsidios para cubrir hasta el 95% del precio de estos medicamentos. La decisión responde a la creciente preocupación por la obesidad, una condición que afecta al 42% de los estadounidenses, unos 139 millones de personas, y que está asociada con problemas de salud como diabetes, enfermedades cardíacas y presión arterial alta.
La inclusión de este plan ha generado críticas desde sectores del próximo gobierno encabezado por Donald Trump. Robert F. Kennedy Jr., designado para liderar el Departamento de Sanidad, ha cuestionado la medida, argumentando que el problema de la obesidad debería abordarse desde sus causas, como el consumo elevado de alimentos procesados y el sedentarismo.
Kennedy sostiene que los medicamentos tratan únicamente los síntomas de la obesidad y que los subsidios podrían costar al gobierno hasta 3.000 millones de dólares anuales, recursos que, según él, estarían mejor destinados a garantizar el acceso a alimentos saludables. Estas declaraciones reflejan una visión en la que la obesidad es considerada el resultado de elecciones de estilo de vida más que una enfermedad crónica.
Por otro lado, el doctor Mehmet Oz, quien coordinará los programas Medicare y Medicaid en la futura administración, ha defendido el uso de estos medicamentos, considerándolos una herramienta clave en la lucha contra la obesidad.
Originalmente desarrollados para tratar la diabetes tipo 2, medicamentos como Ozempic han demostrado ser efectivos en la pérdida de peso, con reducciones superiores al 20% y mejoras en indicadores de salud como colesterol y presión arterial. Sin embargo, su eficacia depende de un uso prolongado, ya que los pacientes tienden a recuperar el peso al suspender el tratamiento.
A pesar de los resultados, expertos recomiendan que estos tratamientos sean complementados con cambios en el estilo de vida, como una dieta equilibrada y ejercicio regular, para lograr resultados sostenibles.
Mientras en Estados Unidos se busca ampliar el acceso a estos medicamentos a través de subsidios, otros países manejan enfoques distintos. En España, por ejemplo, la Seguridad Social no cubre estos tratamientos para la obesidad, aunque sí lo hace para la diabetes.