
Por Fernando Prados, ex viceconsejero de Sanidad de Comunidad de Madrid
12 de noviembre de 2025Hoy hemos vuelto a vivir nuevamente la utilización de la sanidad como arma política de forma absolutamente irresponsable. Lo malo es que sabemos que no va a ser la última vez. En esta ocasión ha sido por el programa de cribado del cáncer de colon (PREVECOLON) de la Comunidad de Madrid.
La oposición se ha hecho eco de la noticia de que 500 pacientes recibieron cartas con resultados erróneos, con acusaciones de ocultar datos, negligencia grave, mala gestión, falta de transparencia… hasta la crítica acusando al sistema sanitario público madrileño de una degradación a niveles nunca vistos.
Entiendo perfectamente la inquietud de cualquier ciudadano que haya recibido una comunicación con un resultado que no es el suyo. Es más, entiendo que a todos nos cause preocupación saber que nos podrían dar los resultados equivocados de una prueba a la que nos estamos sometiendo. Y por supuesto, tenemos que hacer todo lo posible para que en nuestra sanidad no se cometa el más mínimo error aún sabiendo que el profesional sanitario o cualquier otro profesional no es infalible.
Pero permítanme que dimensione la situación, para no dejar que la oportunidad política haga que un hecho ocasional pueda ser interpretado como un error estructural.
El día 5 de febrero de 2025, en torno a 500 pacientes recibieron cartas erróneas, algunos de ellos con resultados negativos en sangre oculta en heces, cuando realmente eran o podían ser positivos. Ese mismo día, la empresa de mensajería postal informó del error, contactando la consejería de forma inmediata con cada uno de los pacientes afectados. Igualmente la consejería ha informado que los resultados reales estuvieron disponibles en la historia clínica electrónica y pudo ser evaluada por sus médicos. Las cartas corregidas se enviaron inmediatamente después de detectar el fallo el mismo día 5 de febrero.
El programa Prevecolon de la Comunidad de Madrid en el año 2024 no realizó solo 500 pruebas, realizó 356.997 pruebas (detección de sangre oculta en heces) que consiguieron detectar 499 cánceres clorectales confirmados, 2.914 lesiones que requerían vigilancia y seguimiento y 447 lesiones de alto riesgo que podrían evolucionar a cáncer, si no se controlaban. Todo ello en ciudadanos entre los 50 y 69 años.
Con esto podemos decir que de cada 100 pruebas que se realizan seis o siete resultan positivas y, de esas pruebas positivas, solo el 2% aproximadamente confirman una lesión cancerígena. El resto de las pruebas positivas son pólipos o lesiones benignas que se pueden descartar o vigilar en prevención de una evolución hacia el cáncer.
Aunque la probabilidad de encontrar una lesión cancerígena entre los 500 afectados por la comunicación errónea es menor de uno, si deberíamos hacer el ejercicio de buscar la empatía con todos aquellos pacientes que hayan podido o puedan en el futuro ser víctimas de un error médico o de la sanidad y luchar al máximo por evitarlas.
Los más de 7 millones de madrileños, de los que el 24% (aproximadamente 1.700.000) están entre los 50 y 69 años, deben saber que cuentan con un sistema sanitario de los mejores de España y del mundo, y que si reciben una notificación de su servicio sanitario, indicándoles que se sometan a alguna prueba de cribaje o un programa de prevención, no duden en hacerlo por su tranquilidad y por su salud.
Y también entiendan que algunos no tienen más argumento que la demagogia para tapar su mediocridad, pero no le hagamos el juego, porque realmente las consecuencias si las podemos sufrir si logran la desconfianza en nuestro sistema sanitario .