Por Marta Moreno, dir. Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado AstraZeneca
10 de julio de 2024Son muchos los factores que han contribuido a que la salud mental se haya convertido en una emergencia sanitaria de primer nivel. El imparable ritmo de vida, el estrés y la presión social, la incertidumbre económica, el uso excesivo de la tecnología o incluso el cambio climático llevan años haciendo mella en el bienestar de las personas. Pero, sin duda, ha sido la pandemia de la covid-19 el factor que ha marcado un antes y un después, exacerbando aún más estos problemas y llevando la salud mental a un punto crítico en la agenda global.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, una de cada cuatro personas tendrá algún problema de salud mental a lo largo de su vida. Esta es una realidad abrumadora que requiere una acción urgente, firme y coordinada. Sin embargo, todavía persiste un estigma muy extendido en torno a la salud mental, y es que muchas personas temen ser etiquetadas negativamente o vistas como débiles si reconocen que están atravesando esta situación. Este estigma no solo impide que las personas busquen la ayuda que necesitan, sino que también perpetúa una cultura de ignorancia y falta de comprensión.
Romper este estigma es esencial para crear una sociedad más inclusiva y justa. Y, para lograrlo, toda la sociedad, desde el ámbito público y privado, debe unirse para promover la educación y la sensibilización sobre la salud mental en todos los niveles, desde las escuelas hasta los lugares de trabajo.
Las empresas, en particular, por nuestra influencia y alcance, tenemos la capacidad de liderar este cambio cultural. Somos agentes clave y tenemos la responsabilidad de reflexionar y actuar para hacer frente a los grandes problemas que realmente están transformando nuestra sociedad, aunque vayan más allá de nuestro ámbito de actuación. Después de nuestros hogares, el lugar de trabajo es donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo. Por lo tanto, es esencial que las organizaciones e instituciones trabajemos unidas para crear espacios de trabajo más positivos, abiertos y comprensivos en torno a la salud mental. Nuestro compromiso social debe empezar por nosotros mismos: por las personas que forman parte de nuestra compañía.
Para AstraZeneca, proteger la salud de nuestros empleados es una prioridad transversal. Este compromiso no solo fortalece el vínculo entre la empresa y los trabajadores, sino que también enriquece nuestra cultura organizacional y nos permite tener un impacto positivo en la sociedad.
Es por ello que hace unos meses decidimos dar un paso al frente y convertirnos en un agente de cambio con la creación de Fundamentales, la primera alianza española de empresas que no tiene ningún objetivo financiero ni empresarial, sino que su único propósito es proteger la salud mental de los trabajadores. Creamos esta red junto a organizaciones líderes en diferentes sectores y actualmente forman parte de ella empresas como Astara, Banco Santander en España, la Cámara de Comercio de Madrid, el Consejo General de la Psicología, Daikin, la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, la Fundación Manantial, HP e Indra con su filial Minsait.
Juntos, trabajamos activamente para promover la salud mental en el entorno laboral a través de programas de formación, campañas de sensibilización y medidas de apoyo a los empleados. Nuestra aspiración es seguir sumando empresas y promover medidas transformadoras para lograr que las nuevas generaciones encuentren un entorno profesional en el que el bienestar mental sea tan importante como cualquier otro aspecto de su desarrollo personal y profesional.
Esta alianza es un claro ejemplo de que solo mediante un compromiso colectivo y auténtico lograremos eliminar el estigma e integrar la salud mental en el núcleo de nuestras políticas y prácticas laborales, y también de nuestra sociedad. Invertir en salud mental es invertir en un mundo más justo, equitativo, resiliente y próspero, y cada uno de nosotros, de manera individual, tiene un papel que desempeñar en este esfuerzo.