Por Juan García
20 de noviembre de 2024Desde el colectivo de médicos internos residentes (MIR) llevan años criticando que muchos de ellos sean aprovechados para parchear las deficiencias del sistema sanitario. Un sistema adolecido por la falta de profesionales y con una importante presión asistencial en toda España. Esta situación da lugar a que denuncien estar en la práctica supliendo las funciones de especialistas en detrimento de sus necesidades formativas que les corresponden durante la residencia. Con el objetivo de cuantificar esta situación y arrojar luz sobre la supervisión docente que reciben durante la residencia, la Asociación MIR España (AME) ha realizado un estudio en el que revelan que un 71,4% de los residentes asegura realizar guardias de urgencias en hospitales sin una correcta supervisión.
La residencia de estos médicos se contempla como un periodo en el que se combinan el aprendizaje de la especialidad con la práctica clínica, sirviendo de apoyo para la gestión de la demanda asistencial de su centro. Desde AME recalcan que estas labores las deben realizar “siempre bajo la supervisión de profesionales cualificados”, algo que aseguran se incumple con frecuencia. “En muchos casos, el equilibrio se rompe y los residentes no solo cubren la demanda asistencial, sino que también compensan déficits estructurales del sistema sanitario, enfrentándose a cargas de trabajo elevadas, principalmente durante las guardias”, reza el informe de AME.
Este equilibrio, subrayan en el informe, debe combinar la “formación del residente, la calidad asistencial y el bienestar laboral, de acuerdo con las normativas vigentes”. Un objetivo que choca con la realidad de muchos residentes; “por una media de 12 euros la hora” acaban siendo los que soportan “el peso de la urgencia”.
La encuesta se basa en los testimonios de 5.268 residentes de 207 hospitales diferentes de toda España. De ellos, un 1% señaló que no realizaba guardias de urgencias y quedaron excluidos del estudio. En base a estas respuestas, se observa que Cantabria, Extremadura y Navarra son las comunidades donde hay un mayor porcentaje de residentes que aseguran no tener una adecuada supervisión durante sus guardias, con porcentajes que rondan el 90%. En el otro lado de la balanza se sitúan La Rioja, Galicia y Comunidad Valenciana, con cifras entre el 37% y el 49%.
Además, el informe incluye un mapa en el que reflejan cómo es esta distribución por cada centro hospitalario, distinguiendo entre los que tienen guardias no supervisadas (por tener más de un 70% de respuestas negativas), los que sí las supervisan (más del 70% de respuestas positivas) y los que tienen respuestas indeterminadas por la disparidad o la baja muestra recogida (menos de 5 testimonios).
El informe destaca la presencia y la guía de especialistas como un aspecto “crucial” para que los residentes adquieran las competencias necesarias y se garantice la calidad asistencial para los pacientes. Por ello, señalan que su objetivo con esta encuesta es poner de manifiesto la realidad a la que se enfrentan muchos de ellos y “fomentar un debate constructivo” que contemple “la necesidad de la realización de auditorías a las unidades docentes”.
Además, invitan a reflexionar sobre “si la realización de guardias de 24 horas por parte de los MIR es algo necesario a nivel formativo o somos ‘mano de obra barata’”.
Desde AME defienden que con este informe se limitan a publicar los resultados a través de la encuesta, reconociendo que “pueden existir experiencias dispares e incluso opuestas dentro de un mismo servicio y hospital”. No obstante, con estos datos buscan denunciar las “vulneraciones de derechos laborales” y dar visibilidad a la importancia de su papel como residentes en los hospitales españoles.