Por Andrea Rivero
28 de abril de 2023La era dorada de especialidades como la cardiología parece estar llegando a su fin a costa de otras como dermatología, que este año ha batido récords en la elección de plazas MIR alcanzando el 79% de plazas adjudicadas en la primera jornada y agotándolas en la segunda. En total han sido 120 plazas, una de ellas para Patricia Andrés, la número uno del MIR 2023.
Siguiendo su estela, muy de cerca, se encuentra cirugía plástica estética y reparadora que también agotó sus 51 plazas ofertadas en la segunda jornada de elección. Pero ¿qué ha ocurrido en los últimos años para que estas especialidades hayan dado un salto hacia delante tan importante?
La dermatóloga Ana Molina destaca que “dermatología se escoge pensado en las cosas típicas, es decir, que no tiene guardias, que vas a vivir bien, que la mayoría de los pacientes no están especialmente graves… pero luego te sorprendes de que es todo lo contrario, de que es una especialidad muy dura, de que tus compañeros son todos gente brillante porque suelen ser los primeros del MIR… Me sorprendió que es una medicina interna, pero externa, me sorprendió ver cómo la piel es una ventana a todo lo que pasa en el interior del cuerpo”.
Esto es algo con lo que la doctora Sheila Justo, presidenta del sector de médicos jóvenes y MIR de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), está totalmente de acuerdo, ya que afirma que “es una especialidad muy completa porque, además de ser médica, es decir, tiene consultas, también es quirúrgica, operan a pacientes oncológicos con melanomas, carcinomas epidermoides, etc. Es una especialidad que tiene una amplia gama de habilidades, por tanto, es muy atractiva a nivel de conocimiento de los médicos”.
Muchas personas opinan que esta especialidad se ha convertido en la favorita de los MIR por otros motivos: el económico y el conciliador. “Es una especialidad que no requiere hacer guardias, no tiene guardias asociadas”, añade la doctora Justo, que además aclara que “durante la residencia, aunque tienen un sueldo muy por debajo de los compañeros que hacen guardias obligatorias, tienen la opción de invertir esos tiempos en otros regímenes de asistencia como el privado o en otras opciones laborales que puedan complementar ese déficit de guardias”.
La ausencia de guardias es uno de los puntos clave ya que la conciliación se ha convertido en algo muy preciado para los jóvenes. “Las guardias son muy esclavas, de hasta 24 horas, y eso limita mucho la conciliación y supone un sobreesfuerzo a nivel físico, emocional y en todos los aspectos”.
La cirugía plástica que se ejerce en el Sistema Nacional de Salud, por su parte, poco tiene que ver con lo que se conoce popularmente como plástica, siendo en este caso más relevante su perfil como reparadora. “Está centrada principalmente en la reparación de daños de origen traumático, tras procesos oncológicos, etc. Sin embargo, estos sí que hacen guardias, por lo que su elección no está motivada por la conciliación”, explica la doctora Justo. Entonces, ¿dónde está el atractivo?
La cuestión radica en que esta especialidad ofrece una opción laboral con bastante salida, que es la opción privada de la medicina estética, “que no es la medicina reparadora del SNS”, aclara la doctora Justo. “Se trata de un ejercicio relacionado con retoques estéticos, lo cual es un reclamo, ya que se puede ofrecer en consultas privadas”.
En definitiva, aunque las motivaciones pueden ser diferentes, las une el hecho de tener grandes salidas laborales que son atractivas para los profesionales.