Por Andrea Rivero
27 de febrero de 2023Patricia Andrés, Mikel Isla, Inés Martín, Pedro José Fernández, Miguel Ángel Martín, Pedro Jesús Millán, Blanca Santos, Álvaro Gómez, Mariona Ayguasunosas e Ignacio Lambán. Estos son los nombres de los MIR que han sacado las mejores notas en la última convocatoria de Formación Sanitaria Especializada (FSE), los futuros especialistas médicos que en unos años nos atenderán en los centros médicos. La mayoría de ellos probablemente en el futuro estén ejerciendo su profesión en hospitales, o incluso en clínicas, pero a ninguno lo encontraremos en un centro de salud. Dermatología, cardiología, anestesiología o cirugía general y digestiva son algunas de las especialidades que barajan. ¿Por qué ninguno quiere ser médico de familia?
La situación de la Atención Primaria en toda España se encuentra en un momento de tensión. Agendas con más de 40 pacientes al día a los que solo se les puede dedicar cinco minutos en consulta, falta de tiempo para la formación y la investigación de estos profesionales, salarios bajos y horas extras mal pagadas son algunas de las reivindicaciones de este sector que, probablemente, estén alejando a los jóvenes de la medicina de familia. De acuerdo con la Asociación MIR España, en el periodo 2021-2022, el Sistema Nacional de Salud perdió a 181 médicos que abandonaron la residencia de medicina familiar y comunitaria, 93 plazas MIR de esta especialidad quedaron desiertas y 72 MIR renunciaron a su plaza de medicina de familia antes de empezar la residencia. Y es que, tal y como ha comentado Patricia Andrés, la número uno del MIR, su elección se ha basado, entre otros aspectos, en que “dermatología es una especialidad muy completa, transversal y tranquila, y eso también es muy importante a la hora de elegir tu vida”.
Algunos profesionales médicos achacan esta huida no solo a las condiciones actuales de la Atención Primaria, sino a la paulatina desaparición de la cultura del esfuerzo. Pero, ¿podemos culpar a los jóvenes de esto? ¿No buscamos todos un futuro mejor?
“Muchos de estos jóvenes pueden acabar en su consulta de dermatología sin saber cómo funciona un centro de salud, qué triste”, indica el vicepresidente de la Sociedad Española de Atención Primaria, Semergen, Rafael Micó. “Pero ya en la propia universidad estamos muy poco considerados, si hay una asignatura de primaria, la da un profesional de otra especialidad”, añade.
No se trata solo de un problema de especialidades, sino de oferta, “quizá el sistema público tampoco les garantiza un desarrollo profesional. En este sentido, los gobernantes tendrán que preguntarse qué se está ofertando para que estas personas se sigan desarrollando a nivel profesional: ¿qué estén pasando consulta hasta los 70? Hay que plantear muchos cambios y ver dónde está funcionando bien”, subraya el doctor Micó.
En este sentido, Sheila Justo, secretaria técnica de médicos jóvenes y MIR de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), insiste en que el problema viene en parte por “la presión asistencial y las condiciones de trabajo de los médicos de familia, que la convierten en una especialidad poco atractiva y, por tanto, hay residentes que no es que no elijan la especialidad, es que incluso repiten el MIR después de terminarlo por las condiciones de trabajo”. Aunque recalca que para solucionar la escasez de médicos que escogen medicina de familia hay que hacer un trabajo conjunto en el que se mejoren tanto las condiciones laborales como el número de plazas ofertadas.