Por Juan García
4 de septiembre de 2024Desde el pasado lunes está abierto el plazo para la presentación de solicitudes de cara al próximo examen de Formación Sanitaria Especializada (FSE) para el curso 2024-25, que tendrá lugar el próximo 25 de enero. En total, entre aspirantes de Medicina (MIR), Psicología (PIR), Enfermería (EIR) y demás sanitarios, se ofertan 11.943 plazas, el 75% para médicos residentes.
De esta forma se pone en marcha el proceso que permitirá incorporar a una nueva remesa de residentes, en una convocatoria con importantes novedades. La presidenta de la Asociación MIR España (AME), Alejandra García, valora para Medicina Responsable las claves de este nuevo curso, así como los retos y reformas que afronta el colectivo de los médicos residentes, para los que se ofertan más de 9.000 plazas.
García pone una objeción a la fecha escogida por el Ministerio para la presentación de solicitudes, dada la excepcionalidad de los residentes de último año que acaban su formación a finales de septiembre, en lugar de en junio como venía siendo habitual. Se trata de una situación sobrevenida por el estallido de la pandemia, cuando comenzaron su residencia, pero que de cara a esta convocatoria les quita la posibilidad de presentarse a una segunda residencia, ya que el plazo de solicitudes acaba antes de que terminen su residencia, por lo que no pueden solicitar una segunda. “Nos hubiera gustado que Sanidad lo hubiera tenido en cuenta”, afirma la presidenta de AME.
En esta nueva convocatoria, el Ministerio de Sanidad ha aumentado el volumen de plazas en un 2,9% respecto al año pasado, acumulando un crecimiento del 40% respecto a 2018. A pesar de que se busca aumentar la cobertura de plazas y abordar la falta de médicos, la presidenta de AME considera que esto no es suficiente de por sí para paliar la falta de profesionales en la sanidad pública. “El aumento de plazas ha sido importante en los últimos años, pero es verdad que hay sitios en los que faltan, no médicos, sino contratos. Al margen de un aumento de plazas hace falta una mejora de las condiciones laborales, si los contratos luego son vergonzosos no es una solución práctica”, argumenta García.
En este sentido apunta que el problema de las plazas de difícil cobertura es más complejo que una cuestión de más o menos plazas MIR. “A la hora de escoger la plaza vas buscando un clima laboral sano o un lugar donde no tengas que desplazarte una hora diariamente para ir a tu puesto de trabajo, entonces hay sitios que desgraciadamente no son tan atractivos como otros”. El problema viene cuando “al terminar la residencia te vas al paro y terminas encadenando contratos temporales”, señala.
Más allá de las cifras, la convocatoria para la FSE 2024-25 presenta otras novedades relevantes. En primer lugar, tras la excepcionalidad originada en la pandemia que eliminó la presencialidad en la elección de las plazas, el Ministerio ha permitido la vuelta a un sistema de elección bimodal, de forma tanto presencial como telemática. “Nosotros siempre hemos abogado por el derecho a relacionarte con la administración de forma presencial. Yo misma estuve implicada en el comité organizador de las manifestaciones para reivindicar la vuelta a este sistema. Se trata por lo menos de tener la opción de elegir y dar tranquilidad a muchos residentes. Nosotros estamos encantados y ya que la gente decida”.
Respecto a la eliminación de la nota de corte, desde AME no tienen una postura definida debido a la falta de consenso. A título personal, la doctora García se muestra de acuerdo con esta medida. “Todos los que se presentan al MIR son ya médicos con su carrera terminada. Es un examen cuya función es ordenar a los aspirantes, no es un examen de capacitación que ya bastantes hemos tenido a lo largo de la carrera. Así es como se ha entendido y ejecutado durante muchos años, es un examen sin temario”. Además, añade que el porcentaje de aspirantes que no superaban la nota de corte es muy poco significativo, por lo que considera que esta medida no va a tener un impacto apreciable en la cobertura de plazas.
Partiendo de que “los residentes son la base y el pilar fundamental del sistema sanitario”, García apunta que lo fundamental es que “se cumplan las condiciones de nuestro contrato acordes a nuestras funciones”. La presidenta de AME recuerda que los MIR son “médicos en formación” y, por lo tanto, no pueden ejercer en la práctica como adjuntos o suplir funciones que no les corresponden porque no tienen “siquiera respaldo legal para hacer muchas cosas”.
“Entendemos que somos un equipo dentro del hospital y si de forma puntual se pide un esfuerzo lo hacemos sin problema, pero los excesos y lo que está fuera de nuestras competencias tiene que ser algo anecdótico y no norma”, señala. Por ello, pide que se respeten las horas de descanso, la integridad y calidad del periodo formativo y los turnos de rotaciones.
Otra de las cuestiones que vienen discutiendo las administraciones sanitarias en los últimos meses es la acreditación de unidades docentes para residentes. En este sentido, la doctora considera que “aumentar el número de unidades sin más propósito que tener más plazas no es la solución”. La reivindicación que traslada en este sentido es la auditoría de las unidades formativas para comprobar el buen funcionamiento de las unidades docentes. Aunque a la mayoría no les ocurre, apunta que “algunos residentes se ven desprotegidos frente a los abusos porque no tienen donde acudir cuando suceden”. “Nos llegan comentarios y quejas de compañeros de lugares donde la experiencia con la residencia es negativa y hay que evitar situaciones de explotación laboral o incluso maltrato psicológico”.
El futuro del sistema sanitario está en manos de los residentes que dan ahora los primeros pasos para iniciar su periodo de residencia, por lo que el mundo de la sanidad sigue muy de cerca los problemas e inquietudes de este colectivo.