Las vacunas de precisión, cada vez más cerca de la práctica clínica

Si a Edward Jenner (1749-1823), el creador de la vacuna contra la viruela, le dijeran que se están desarrollando vacunas de precisión, vacunas personalizadas para cada individuo, posiblemente no se lo creería. Pero sí, así lo recoge el informe ‘Anticipando vacunas de precisión’, publicado por la Fundación Instituto Roche y elaborado por el Observatorio de Tendencias en la Medicina del Futuro. En él declaran que tanto los avances en Medicina Personalizada de Precisión como las nuevas tecnologías “han permitido trasladar la base científica de las vacunas a la prevención, tratamiento y abordaje de patologías de distinto origen”, teniendo en cuenta una serie de factores como “las características específicas y diferencias entre individuos, enfermedades y agentes patógenos”. Todo ello ha dado lugar a las vacunas de precisión.  

Cuando se habla de estas vacunas, tal y como señala el documento, se hace referencia a productos biológicos que aportan una respuesta inmunitaria de una forma más específica que las vacunas tradicionales. Esto es posible gracias a que las vacunas de precisión sí tienen en cuenta las características de la población diana y los factores intrínsecos de los patógenos.  

Sin embargo, la capacidad de las vacunas para prevenir las diferentes enfermedades va a depender del estado del sistema inmune de cada persona. Es decir, el nivel de protección que se consiga mediante la vacunación puede cambiar según la edad, el sexo, la genética, la presencia de enfermedades subyacentes, tratamientos que provoquen inmunodepresión o incluso factores socioeconómicos.  

Aplicación de las vacunas de precisión

Tal y como recoge el informe, las nuevas aproximaciones que se están originando en el desarrollo de las vacunas, así como la optimización de las estrategias de vacunación centradas en las características individuales de la población, están contribuyendo de manera positiva al desarrollo de vacunas para diferentes enfermedades. Agentes infecciosos como el VIH, patologías infecciosas emergentes y reemergentes o no infecciosas como el cáncer son alguna de ellas.

Gracias a estos avances será más sencillo anticiparse a los posibles brotes epidémicos, e incluso acelerar la generación de vacunas eficaces en situaciones de emergencia sanitaria, como en el caso del SARS-CoV-2 (Covid-19). Además, será posible mejorar la efectividad de las vacunas y ejecutar abordajes más precisos y personalizados de las enfermedades.  
 
 

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