Una vacuna de ARN mensajero muestra resultados prometedores en casos de cáncer de páncreas

Un equipo del Memorial Sloan KetterinG Cancer Center de Nueva York, liderado por el cirujano oncológico Vinod Balachandaran, ha probado con éxito una vacuna personalizada de ARN mensajero en varios pacientes de cáncer de páncreas, consiguiendo mantener la enfermedad bajo control y evitando la recaída de estos pacientes.

Actualmente, el adenocarcinoma ductal de páncreas,  es considerada una de las neoplasias de peor pronóstico, ya que aproximadamente el 85% de los pacientes presenta una enfermedad avanzada en el momento del diagnóstico. Representa la cuarta causa de muerte por cáncer, y se estima que, en el año 2030, será la segunda.

Las vacunas de ARN mensajero han sido muy importantes durante la pandemia de la Covid-19, sin ellas no habríamos podido mantener a raya a este virus. Pero toda la investigación llevada a cabo para las vacunas contra la Covid no se ha quedado ahí, de hecho, su futuro pasa por ser la posible cura de otras enfermedades como el cáncer. La biotecnológica Moderna ya anunció durante una entrevista para Medicina Responsable que tendrían una vacuna de ARN mensajero personalizada contra el cáncer antes de 2030.

Con este ensayo, realizado sobre 16 pacientes con cáncer de páncreas, se abre un camino de esperanza porque las vacunas de ARNm están hechas a la medida de cada persona, utilizan proteínas en los tumores pancreáticos, llamadas neoantígenos, para alertar al sistema inmunitario de que las células cancerosas son extrañas. El objetivo es que la vacuna reduzca el riesgo de que el cáncer regrese después de extirpar el tumor principal mediante cirugía. Las vacunas de ARNm “entrenan al cuerpo para que se proteja contra sus propias células cancerosas anormales”, explica Balachandran.

El ensayo

Los resultados del ensayo de fase 1, publicado en la revista Nature, sugieren que las vacunas provocan una respuesta inmunitaria eficaz y duradera. En 8 de 16 pacientes estudiados, las vacunas activaron poderosas células inmunitarias, las famosas células T, que pueden reconocer el cáncer de páncreas específico de un paciente y durar en los pacientes hasta dos años, incluso aunque recibieran quimioterapia después de la vacunación. Estos pacientes también mostraron una recurrencia tardía de sus cánceres de páncreas, lo que sugiere que las células T activadas por las vacunas pueden tener el efecto deseado: mantener los cánceres de páncreas bajo control. De hecho, en pacientes que desarrollaron estas células T, con seguimiento de 18 meses, los cánceres no regresaron, en contraposición de los pacientes que no desarrollaron estas células y cuyos cánceres volvieron 13 meses después de la cirugía.

“Estos emocionantes resultados con una vacuna personalizada indican que es posible que podamos usar vacunas como terapia contra el cáncer de páncreas”, ha dicho el doctor Balachandran. “La evidencia respalda nuestra estrategia de adaptar cada vacuna al tumor de cada paciente”. De hecho, una de nuestras pacientes, recibió la vacuna en 2021 y sigue evolucionando bien.La razón por la que los investigadores decidieron aplicar la vacuna ARN mensajero a este tipo de cáncer es porque descubrieron, en varios pacientes supervivientes, a los que se les había extirpado un tumor, que su sangre contenía una gran cantidad de células T, y éstas tenían memoria de los neoantígenos que amenazaron el organismo mientras el paciente estaba enfermo. “Funcionan en realidad como la memoria que desencadenan las vacunas contra los patógenos, que pueden proteger a las personas durante décadas”, ha dicho el doctor Balacharandan. Basándose en este concepto de inmunidad, los investigadores probaron una vacuna de ARN mensajero y la combinaron con inmunoterapia para tratar de frenar el cáncer en estos pacientes y conseguir que no volviera a aparecer. “Los primeros resultados sugieren que la vacuna está teniendo el efecto deseado sobre el sistema inmunitario de los pacientes”, ha concluido el doctor.

 

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