Por Lucía de Mingo
8 de febrero de 2023Un equipo internacional, liderado por el Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IC-CSIC), ha estudiado en la proteína neurotóxica "tau" cómo origina la beta amiloide, una estructura que se forma a partir de una cascada bioquímica de cambios estructurales y que se acumula en el cerebro de pacientes que sufren enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
La clave de esta investigación, cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Angewandte Chemie, reside en evitar que tau forme esta proteína tóxica y, por lo tanto, se acumule en el interior de las neuronas y las células gliales, causando su muerte. De esta forma, los investigadores buscan bloquear, de forma temprana, los pasos posteriores que llevan al desarrollo de estas demencias.
La proteína tau es la encargada de que las células limpien la acumulación de proteínas no deseadas y tóxicas, entre las que está la beta amiloide. Esta forma parte del citoesqueleto de las células y se expresa principalmente en las neuronas. Por ello, puede estar relacionada con el transporte y el crecimiento axonal, la polarización neuronal y, por lo tanto, con el funcionamiento normal de las neuronas y el cerebro.
Mediante el uso de una técnica que permite el estudio de moléculas individuales, denominada espectroscopía de fuerza, basada en el uso de un microscopio de fuerza atómica, los científicos han analizado molécula a molécula la estructura y el comportamiento de tau antes de que comience a ser patológica y han descubierto cuáles son los primeros cambios que inician el proceso de formación de amiloide. “Esta información abre la puerta a la identificación de una posible diana terapéutica ideal, desde el punto de vista farmacológico, por encontrarse al principio de la cascada bioquímica que desencadena la formación de amiloide”, precisa Mariano Carrión, investigador del IC-CSIC y líder de la investigación.
En los últimos veinte años, la hipótesis de la denominada cascada amiloide ha servido de referencia a las investigaciones sobre el alzhéimer. De acuerdo con ella, el aumento de amiloide explicaría las características patológicas de la enfermedad. Motivo de ello, gran parte de las investigaciones que tienen como objetivo final la cura y la prevención del alzhéimer se basan en esta hipótesis. Por eso tratan de buscar la manera de interrumpir esa acumulación, un proceso que aún no es totalmente comprendido por los científicos.
“Nuestro estudio aporta nueva información sobre el mecanismo de formación de amiloide por parte de tau al principio del proceso. Esto es relevante para futuros estudios en busca de intervenciones terapéuticas eficaces”, señala el investigador del CSIC.