Por Juan García
17 de septiembre de 2024Durante el periodo de gestación, el cuerpo de las embarazadas experimenta cambios sustanciales tanto a nivel fisiológico como hormonal para prepararse para la maternidad. Con el objetivo de arrojar luz sobre cómo impactan estos cambios en el cerebro humano, un equipo de investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara (UC) ha desarrollado el primer mapa cerebral de los cambios producidos durante el embarazo.
Estas transformaciones dan lugar a lo que desde la UC califican como una “metamorfosis” del cerebro, que por primera vez ha sido analizada no solo de forma previa y posterior al embarazo, sino durante el mismo periodo de gestación. Las conclusiones de este estudio permiten apreciar una disminución “pronunciada” del volumen de materia gris y del grosor de la corteza cerebral, así como un aumento del volumen ventricular y del líquido cefalorraquídeo. “Queríamos observar la trayectoria de los cambios cerebrales específicamente dentro de la ventana gestacional”, sostiene Laura Pritschet, autora principal de este artículo publicado en la revista Nature Neuroscience. Para llevarlo a cabo, el equipo encabezado por su colega, la profesora Emily Jacobs, tomó 26 imágenes obtenidas por resonancia magnética del cerebro en distintas fases del embarazo de una sola madre primeriza.
El periodo de recopilación de estas imágenes abarcó desde antes del embarazo hasta dos años después del parto. Los cambios más pronunciados que observaron se produjeron en el volumen de materia gris, la parte exterior y arrugada del cerebro. Su volumen disminuyó a medida que aumentaba la producción de hormonas durante el embarazo, lo cual no es necesariamente malo de por sí, subrayan los autores. Este cambio podría indicar un "ajuste fino" de los circuitos cerebrales, similar al que experimentan los adolescentes cuando pasan por la pubertad y sus cerebros se vuelven más “especializados”.
Otro hallazgo pionero es la transformación de la materia blanca, ubicada en una zona más profunda del cerebro y responsable de facilitar la comunicación entre sus distintas regiones. Si bien la disminución de la materia gris persistió mucho tiempo después del parto, el aumento de la materia blanca fue transitorio, alcanzando su punto máximo en el segundo trimestre y volviendo a los niveles previos al embarazo alrededor del momento del parto. Es por esto que nunca antes se habían podido documentar estas transformaciones. Se trata, en palabras de la profesora Jacobs, de un “cambio coreografiado del cerebro materno a lo largo de la gestación”.
Además de observar los cambios producidos como consecuencia del embarazo, el equipo ha llegado a nuevas conclusiones sobre la plasticidad del cerebro hasta bien entrada la edad adulta. La principal novedad es el hallazgo de cómo esta neuroplasticidad, es decir, capacidad de adaptación del cerebro a los cambios y el aprendizaje, se desarrolla para “favorecer las adaptaciones conductuales vinculadas a la crianza”.
En declaraciones recogidas por el Science Media Centre (SMC), la investigadora de Ciencias Psicológicas y del Cerebro de la UC, Magdalena Martínez-García, destaca la “resolución temporal sin precedentes” que ha aportado la técnica de obtención de imágenes de este estudio oara “detectar toda la gama dinámica de cambios cerebrales que se desarrollan durante el periodo de gestación”. Por su parte, el director de investigación en la Universidad Autónoma de Barcelona, Oscar Vilarroya, subraya que el hecho de tratarse de un solo sujeto “hace muy difícil sacar conclusiones y generalizar los hallazgos a la población”. Para la investigadora principal del Grupo Neuromaternal del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón, Susana Cañabte, “el camino a seguir ahora es evaluar este fenómeno en un mayor número de sujetos para poder, así, ver qué relación tienen estos cambios con factores que muestran una alta variabilidad entre sujetos”, como el tipo de parto, la lactancia o el estatus socioeconómico.