Por Julia Porras
30 de marzo de 2023El grupo de investigación de Respuesta Inmune y Cáncer, del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada, liderado por Francisco Ruiz Cabello, ha demostrado el papel relevante que tienen los antígenos leucocitarios humanos de clase I, también llamadas moléculas HLA-I, en el cáncer.
Estas moléculas, clave en el reconocimiento de tumores y en la eliminación mediada por células T, se pueden encontrar en la superficie de la mayoría de las células del cuerpo y son proteínas que ayudan al sistema inmunitario a encontrar y destruir células cancerosas o infectadas con un virus o bacteria. Sin embargo, con frecuencia, las células cancerosas pierden las moléculas HLA-I por lo que el sistema inmunitario no puede detectar estas células anormales y destruirlas. En consecuencia, las células tumorales escapan de la respuesta inmune, se multiplican y colonizan órganos distantes y crean metástasis.
Por ello, los cánceres que pierden moléculas HLA de clase I son más agresivos y no responden bien al tratamiento, incluida la inmunoterapia dirigida a activar el sistema inmunitario. Si se consigue que el tumor no pierda o restituya estas moléculas HAL-I, que son naturales de toda célula humana, se conseguirá que las células T, que forman parte del sistema inmunitario humano, destruyan de forma implacable a las células cancerosas o precancerosas.
Cada vez hay más pruebas que sugieren que la eficacia clínica de la inmunoterapia contra el cáncer se basa en su capacidad para recuperar este antígeno HLA-I que provoquen la estimulación del rechazo tumoral mediado por el sistema inmune, en concreto por nuestras células T.