La intervención temprana en la enfermedad renal crónica podría prevenir problemas cardiacos y cerebrovasculares

Con el objetivo de mejorar el conocimiento y los resultados de la enfermedad renal crónica (ERC), AstraZeneca ha desarrollado el modelo matemático IMPACT CKD. Recientemente, la empresa farmacéutica lo ha aplicado para examinar y pronosticar el impacto de esta dolencia en un horizonte temporal de 10 años en cuatro países europeos: Alemania, Países Bajos, España y Reino Unido.

El 61º Congreso de la Asociación Renal Europea (ERA), celebrado en Estocolmo, ha servido de escenario para presentar las primeras conclusiones de este análisis. Las mismas señalan que implementando un cribado temprano y específico de la enfermedad renal crónica (ERC) en pacientes con factores de riesgo, como diabetes tipo 2 e hipertensión, y con un uso precoz de terapias médicas dirigidas por guías, los sistemas sanitarios de estos países podrían ahorrar 15.800 millones de euros en una década. Y es que un diagnóstico y tratamiento más tempranos reducen el riesgo de progresión de la enfermedad y, por tanto, la probabilidad y los costes asociados con el manejo de posibles eventos cardiovasculares. 

Con el modelo matemático IMPACT CKD se ha podido comprobar que, en menos de 10 años, en pacientes con alto riesgo de ERC de Alemania, Países Bajos, España y Reino Unido, disminuirían en 774.800 los ataques cardíacos, en 554.400 las hospitalizaciones por eventos de insuficiencia cardíaca (IC) y en 338.200 los accidentes cerebrovasculares. “Cuando no se trata, la ERC puede tener un impacto significativo en la salud del paciente más allá de la función renal. Quienes viven con la enfermedad también tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares, como infarto de miocardio e insuficiencia cardiaca, que comparten factores de riesgo comunes como la diabetes y la hipertensión. Los exámenes de detección proactivos y de rutina en el ámbito de la atención primaria pueden ayudar a identificar y controlar la ERC en etapas más tempranas, con el potencial de mejorar los resultados de los pacientes y reducir los costes asociados con el manejo de eventos cardiovasculares”, ha explicado el profesor Steven Chadban, catedrático de Medicina Renal de la Universidad de Sydney (Australia) e investigador del estudio. 

Mejorar las políticas sobre la ERC, una importante meta

Junto a IMPACT CKD, los modelos PaCE CKD y DISCOVER CKD son parte del programa Accelerating Change Together de AstraZeneca sobre la ERC (ACT on CKD). En el Congreso de la Asociación Renal Europea también se presentaron datos muy relevantes de ambos.

Los resultados de PaCE CKD demuestran que la carga de la ERC no sólo representa un alto coste para las economías, también reduce la calidad de vida de los pacientes y de los cuidadores. Además, destaca un deterioro elevado en sus actividades laborales y no laborales, con mayores tasas de ausentismo y presentismo, junto a problemas financieros.

En el estudio DISCOVER CKD se reflejan datos de pacientes de Reino Unido, Estados Unidos, España, Italia, Suecia y Japón y se centra en el tratamiento temprano (Etapa 3) de la ERC, destacando que es fundamental en la reducción del impacto de esta dolencia y en los sistemas de salud. Un análisis preliminar muestra que, durante un período de seguimiento de 12 meses, los pacientes que tomaban inhibidores del sistema renina-angiotensina e inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 tenían un 67% menos de riesgo de mortalidad por todas las causas y un 20% menos de riesgo de hospitalización por todas las causas en comparación con pacientes que no reciben medicación protectora de los riñones.

Mostrando los resultados de los tres modelos de ACT on CKD, AstraZeneca quiere demostrar la necesidad urgente de mejorar las políticas sobre la ERC. “Los cambios nos llevarán a un futuro más brillante para los pacientes y sus seres queridos, así como a ahorros de costes para los sistemas sanitarios. AstraZeneca sigue dedicada a trabajar con los responsables políticos y los sistemas de salud de todo el mundo para mejorar el acceso a las pruebas de detección para pacientes en riesgo y al tratamiento dirigido por las directrices para quienes viven con ERC, para que puedan vivir una vida más plena y saludable”, ha manifestado Ruud Dobber, vicepresidente ejecutivo de la Unidad de Negocios Biofarmacéuticos de la empresa farmacéutica.

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