Por Andrea Rivero
27 de septiembre de 2023En los últimos 15 años, la inmunoterapia ha sido uno de los campos de la oncología que más ha avanzado. Esta técnica, a diferencia de los demás tratamientos disponibles, no se dirige a destruir las células del tumor, sino que su acción es estimular el sistema inmunitario del enfermo para que sea él mismo el que reconozca las células cancerígenas, las ataque y las destruya. En este sentido, el doctor José Carlos Benítez, oncólogo médico de la Unidad de Intercentros de los Hospitales Regional y Virgen de la Victoria de Málaga, ha presentado, en el congreso anual de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM2023), los resultados de una investigación que ha revelado ocho genes que podrían predecir la respuesta y el pronóstico de los pacientes a los que se les administra inmunoterapia, pudiendo escoger aquellos que se verán más beneficiados de este tratamiento.
“Entre otras líneas de trabajo, desde 2016 investigamos diferentes tipos de marcadores que puedan predecir la respuesta y el pronóstico de los pacientes a los que se les administra la inmunoterapia. En estos seis años, hemos incluido en nuestro estudio INMUNOMARK a 326 pacientes de los que se recolectaron muestras de tejido y sangre. Y, de aquellos de los que podíamos obtener información de su línea germinal, hemos analizado si hay alguna relación entre alguna alteración de los genes de la línea germinal con la respuesta o el pronóstico”, resume el doctor.
La mayoría de los trabajos en este ámbito se centran en las mutaciones somáticas, es decir, las del propio tumor, y sobre biomarcadores en sangre. Pero son escasos los que abordan la relación de una susceptibilidad del propio paciente respecto a un tratamiento. El oncólogo Benítez añade que “nuestra idea es que no solo debe estudiarse el tumor, también es clave el microambiente tumoral y el propio paciente, tanto respecto a los marcadores inmunológicos como a la genética que hereda”.
Los resultados mostraron que, en los pacientes analizados, se encontraron 52 variantes genéticas que se asociaron a la respuesta a la inmunoterapia y 34 variantes genéticas que se asociaron a la supervivencia global. “En este congreso presentamos ocho de estas variantes, que se asocian de forma significativa con la supervivencia global, la supervivencia libre de progresión y a la respuesta de los pacientes a este tratamiento”, explica el doctor Benítez, que además destaca que “hemos comparado estos ocho genes con los diferentes factores pronósticos descritos en la literatura científica y hemos comprobado que algunos de ellos son independientes como factor pronóstico y/o predictivo de respuesta. Son especialmente interesantes cinco de las variantes presentadas, una de estas variantes incluso podría ser un marcador pronóstico y de respuesta”.
Tras esto, se realizaron diferentes análisis que permitieron confirmar que el modelo de ocho genes permite predecir la respuesta al tratamiento con una elevada sensibilidad y especificidad de un 75% en ambos casos. “En resumen, son datos preliminares que tenemos que validar. Cuando lo hagamos, como esperamos, se abre una puerta a la oncología personalizada, permitiendo elegir unas terapias u otras en función del genoma del propio paciente, además de sus características clínico-patológicas y de la genética tumoral”, concluye el oncólogo.