“La futura vacuna contra el cáncer podría conseguir un 70% de supervivencia para 2030”

Hace unos días la compañía farmacéutica Moderna anunciaba que antes de 2030 tendrá una vacuna personalizada contra el cáncer. Una noticia histórica que podría hacernos alcanzar el sueño de convertir el cáncer en una “enfermedad crónica”, como la diabetes u otras patologías.

La tecnología de ARNmensajero, utilizada por la farmacéutica para desarrollar la vacuna contra la Covid, podría servir no solo para curar algunos tipos de cáncer sino también para terminar con enfermedades autoinmunes y cardiovasculares. La doctora Marta Puyol, directora científica de la Asociación Española contra el Cáncer, cuenta a Medicina Responsable cómo han recibido desde la asociación esta noticia y cómo funciona la vacuna contra el cáncer de Moderna. “Debemos tener en cuenta que no es una vacuna preventiva, es una vacuna de tratamiento, por lo que primero el paciente ha debido tener cáncer y, posteriormente, utilizar este método como tratamiento junto a un fármaco. Eso sí, son muy buenos datos los obtenidos en el estudio de Moderna, porque además han utilizado la misma tecnología que para la vacuna de la Covid, que ya sabemos que funciona”, ha explicado la doctora Puyol.

Pero entonces, si alguien tiene un cáncer muy agresivo y tiene que ser tratado con esta vacuna, ¿tendrá tiempo para aplicársela? Según la doctora Puyol, el método de consecución de la vacuna personalizada para un tipo específico de cáncer será rápido, porque el proceso consiste en “tomar una muestra del tumor con una biopsia y llevarla a analizar al laboratorio para determinar al menos 20 marcadores de ese cáncer. En ese momento intentarán expresar en la vacuna de RNAmensajero una parte de una proteína de ese cáncer, con la que se creará la vacuna. Una vez inoculada, el organismo producirá anticuerpos contra esas proteínas en concreto, porque ya será capaz de reconocerlas y destruirlas”, afirma Puyol. Es la misma filosofía que se utilizó para elaborar la vacuna contra la Covid, por eso afirma Puyol, “podemos decir que la Covid fue una desgracia, pero también un trampolín para que se pusieran en marcha las vacunas de RNA mensajero que estaban paradas y que ahora servirán para tratar muchas enfermedades de forma personalizada”.

Este avance es un hito y se acerca al objetivo principal de la AECC que consiste en “alcanzar un 70% de supervivencia para 2030, y todo lo que reme en esa dirección es fantástico”. Aun así, indica Puyol, debemos ser prudentes porque esta vacuna de RNAmensajero no servirá para todos los tipos de cáncer. “El ensayo de momento se ha hecho sobre 157 pacientes con melanoma (cáncer de piel), pero no servirá para todos los tipos, habrá alguno donde los beneficios no serán tan claros, pero todo suma”.

Este avance no significa que vayan a desaparecer del todo los tratamiento de quimioterapia, pero, según Puyol, poder llevar a cabo tratamientos con una o varias dosis de vacuna e inmunoterapia (fármaco oral), que es el método utilizado en el ensayo de moderna, es un paso muy grande también en cuanto a la salud mental de los pacientes de cáncer que ven que su enfermedad “se puede tratar con otros métodos menos agresivos que la quimio y con menos efectos secundarios, lo que les ayudará a tener una actitud más positiva y por supuesto una mejor calidad de vida”.

La vacuna personalizada de RNAm de Moderna es un gran avance para el cáncer y para otras patologías hasta ahora sin cura, pero la solución “no pasa por tocar una sola tecla mágica, sino varias, y eso es en lo que se está trabajando ahora mismo”, aclara Puyol. En definitiva, el objetivo de cronificar el cáncer está cada vez más cerca y puede que muy pronto llegue el momento en que “cuando estés en una consulta y te comunican que tienes cáncer, no te eches a temblar porque sepas que vas a curarte”.

 

 

 

 

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